Temporada de Ozono 2018 tuvo los niveles más bajos en cuatro años

0
714

En la Temporada de Ozono 2018, que abarcó del 15 de febrero al 15 de junio, las concentraciones de ese contaminante se mantuvieron en los niveles más bajos de los últimos cuatro años, informó la Comisión Ambiental de la Megalópolis.
La aplicación de medidas preventivas y de control de emisiones promovidas, así como las condiciones meteorológicas favorables permitieron que en ese periodo se decretara únicamente una Contingencia Ambiental Atmosférica (CAA).

Con respecto al año pasado, se registró una disminución de 80 por ciento en el número de días que rebasaron los 150 puntos en el Indice Metropolitano de la Calidad del Aire (Imeca).

Además, sólo hubo 11 días que se pasó de 140 Imeca, siete menos que en la temporada del año anterior y desde 2016, no se ha registrado ningún día en el que se alcanzaran los 200 puntos.

En cuanto a Contingencias Ambientales Atmosféricas (CAA), durante la Temporada de Ozono 2018 sólo se reportó una y el año pasado dos.

El coordinador Ejecutivo de la Came, Martín Gutiérrez Lacayo, enfatizó que la coordinación de acciones instrumentadas a partir del 2016 entre el gobierno federal y de las entidades de la Megalópolis permitieron disminuir de manera paulatina las concentraciones de ozono en el Valle de México.

“La variabilidad en los patrones meteorológicos producto de la vulnerabilidad al cambio climático que sufre el centro del país continúa siendo un elemento clave para la formación de contaminantes secundarios y la dispersión de los mismos”, señaló.

Aunque en este año las concentraciones fueron menores a las pronosticadas, pidió a la sociedad y al gobierno no bajar la guardia para mejorar la calidad de aire que se respira en el Valle de México.

“Resolver los problemas de fondo requiere de la participación activa de todos los sectores y todavía estamos lejos de cumplir con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud sobre la calidad del aire.” abundó.

Recordó que la temporada de ozono se caracteriza por patrones meteorológicos asociados a sistemas de alta presión que propician el movimiento vertical del aire desde capas atmosféricas superiores hacia la superficie terrestre.

Esas condiciones, al combinarse con la poca humedad ambiental, favorecen la producción y acumulación de contaminantes secundarios de origen fotoquímico como el ozono (O3).