Celebran chilangos diversidad y triunfo de la selección mexicana

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El metro Insurgentes escupe este sábado un sin fin de particulares figuras, seres humanos con pelucas con cuernos de unicornio y lentes holográficos se concentran en la Glorieta, también, llegan poco a poco desde los confines de la ciudad a celebrar el amor y el orgullo de ser diferentes.

Gustavo Velasco vive en Aguascalientes, lleva tres meses planeando los pormenores, tiene un negocio de café que dejará a cargo de sus amigas solo para venir a caminar por la Ciudad de México, donde vivió algunos años atrás y cuyas calles lo acogieron sin cuestionar su identidad de género ni sus preferencias sexuales, desde 2015, la capital mexicana es una Ciudad Arcoiris, es decir, amigable con la diversidad.

Gustavo, quien asiste a la edición 40 de la marcha “40 Años en Libertad, No renunciaremos” viaja alrededor de siete horas desde Aguascalientes hasta la metrópoli una noche previa y se hospeda con alguno de los muchos amigos que hizo durante su estancia en la capital; aún así destina entre cuatro mil y cinco mil pesos en venir a este encuentro, debido a que le representa además la oportunidad de reunirse con ellos y celebrar, pero también de evidenciar los derechos que está comunidad aún no alcanzado.

Él asiste a la marcha porque considera que es uno de los días en los que siente mayor libertad de expresión, de estar en unión con la comunidad a la que pertenece, desde las diez de la mañana llegó a disfrutar al evento, sabía que sería un día complicado por el partido de la selección mexicana contra Corea del Sur.

Las camisas verdes de personas que apoyan a la selección mexicana comienzan a salir de sus casas, los automóviles emiten el tradicional sonido chilango y grupos de familias caminan para celebrar el triunfo de la selección mexicana, algunos padres aún no saben cómo explicar a los más pequeños la parafernalia multicolor.

A diferencia de otros años, en donde solo se percibía la bandera gay, este año se podían observar las de las lesbianas, los osos, que son hombres fornidos y peludos que sienten atracción entre sí mismos y Leather, que sin con colores blanco, negro y gris con una estética más atlética.

Frente a la Bolsa Mexicana de Valores, la presidenta de la Copred, Jacqueline L’ Hoist, expuso que es necesario continuar con la lucha por los derechos de la diversidad sexual y de género en los que la ciudad ha percibido los oasis conseguidos por la comunidad.

“Por la diversidad sexual, la de género no vamos a dar ni un paso atrás, por la diversidad de género, por el derecho de los niños y niñas, no es sólo el matrimonio igualitario, sino el derecho de la infancia que vive en el abandono a ser adoptados por familias diversas, compuestas más por seres humanos que por un género” , manifestó ante los cada vez más fluidos ríos de gente que continuaba llegando.

No es normal vivir con miedos, negando la identidad y esta marcha que lleva 40 años demuestra que es posible construir la paz y un país incluyente, que los derechos a los demás no le quitan nada a los demás y permite vivir felices y expresar lo que somos, precisó la titular de la Conapred, Alexandra Haas Paciuc.

Poco después de mediodía las camisetas verdes se mezclaban en paz con las coloridas camisetas, a nadie parecía importarle el tiempo electoral, las disputas polarizadas, la intolerancia,ello, al parecer, debido a la alegría por el triunfo de la selección nacional sobre Corea del Sur.

Mujeres con niños en brazos, jóvenes, drag queens, lesbianas, transgénero y bisexuales se reunían en pequeños grupos, mientras que los ambulantes ofrecían paletas con los siete colores del arcoiris, banderas de gran tamaño de a cinco pesos y collares tipo hawaiano a los olvidadizos que como Gustavo, solo llevaban las ganas de celebrar la diversidad.