El Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández, la Compañía Nacional de Danza y Elisa Carrillo ofrecieron deslumbrante Gala de Verano en el Palacio de Bellas Artes

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Ciudad de México.- Por segunda ocasión, el Palacio de Bellas Artes fue el escenario en el que convergieron tres instituciones artísticas ya consolidadas en el panorama del arte en México: el Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández, la Compañía Nacional de Danza (CND) y Elisa Carrillo, primera bailarina de la Ópera de Berlín.

Estos tres pilares de la danza conmovieron al público mexicano y extranjero al protagonizar la tradicional Gala de Verano del Ballet Folklórico de México, ofreciendo un deslumbrante espectáculo de calidad internacional que fusionó el colorido de la danza folklórica mexicana y la estética de ballet clásico —además de la música mexicana en todos sus géneros—, con una serie de coreografías que brillaron de principio a fin, desde La noche de los mayas, pasando por las expresiones tradicionales de diferentes regiones del país, hasta concluir con el popular y festivo danzón.

Esta función de lujo sirvió para presentar en el escenario a las tres destacadas instituciones de la danza mexicana en el mundo, en un homenaje a la tradición y lo contemporáneo que convergen en la danza del país, pero también para reconocer el talento y la proyección internacional de Elisa Carrillo, quien aquí descubrió “el otro lado” de su pasión: la danza propiamente mexicana.

En el intermedio del espectáculo, la titular del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Lidia Camacho, acompañada del director general del Ballet Folklórico de México, Salvador López López, entregaron un diploma de reconocimiento a la mexiquense Elisa Carrillo por sumarse a esta iniciativa artística que se presentó por primera vez el año pasado, justo en el marco del centenario del nacimiento de Amalia Hernández.

También con la presencia del embajador José Luis Martínez y de la directora artística del Ballet Folklórico de México, Viviana Basanta, Salvador López reconoció que más allá de ser una figura de primer nivel, de su técnica y sus logros internacionales, “Elisa Carrillo es una mujer enamorada de México, que ha puesto en alto el nombre de este país”.

La ocasión fue propicia de igual forma para reconocer la trayectoria de 58 años dentro del Ballet Folklórico de México del maestro José Villanueva, quien fue bailarín fundador de la agrupación, coordinador artístico y “brazo derecho” administrativo de la señora Amalia Hernández y del ballet durante varios años.

En el acto, Salvador López hizo un recuento de la existencia del Ballet Folklórico de México y mencionó que este ha recibido a 45 millones de espectadores en su historia, con la participación de más de seis mil bailarines, y que es un proyecto de “una mujer que amó a México, puso su nombre en alto y le dio dignidad a la danza mexicana”.

En su constante revitalización y en el impulso de nuevos proyectos, dijo Salvador López, el Ballet Folklórico de México invitó a participar a la máxima agrupación de la danza clásica y contemporánea de México, la Compañía Nacional de Danza del INBA, y a la más destacada bailarina de México en el mundo en la actualidad, Elisa Carrillo, para participar en este proyecto coreográfico, el cual, dijo, contó con el apoyo decidido de la directora general del INBA, Lidia Camacho, por lo que expresó su agradecimiento.

En la Gala de Verano del Ballet Folklórico de México participaron 110 bailarines, 40 voces y 28 músicos del Ballet Folklórico de México, además de los integrantes de la Compañía Nacional de Danza y Elisa Carrillo. Inició con la ejecución de La noche de los mayas, coreografía creada por Amalia Hernández en 1964 a partir de la música de Silvestre Revueltas, a la que se integró Elisa Carrillo.

Luego vinieron cuadros dancísticos de diferentes regiones del país, como Antiguos sones de Michoacán —primer ballet creado por Amalia Hernández—, La Revolución, Charreada, Fiesta en Tlacotalpan, la impresionante Los matachines y la Danza del venado. La parte final estuvo marcada por el ballet Huapango —con música de José Pablo Moncayo— y el popular danzón Nereidas, ambas en las que Elisa Carrillo tuvo el papel principal