La delegación Iztapalapa informó que fue recuperado de manera pacífica el predio “Cufas” ubicado en el Cerro de la Estrella, donde se encontraba un asentamiento irregular de 150 casas, y fueron detenidos cinco de los presuntos invasores por delitos ambientales.
Al recorrer el predio, la jefa delegacional, Dione Anguiano, recordó que desde hace dos años se notificó a los líderes que no se podía construir en esa zona por ser una área natural protegida, e incluso se pusieron lonas y volantearon para informar al respecto.
La funcionaria recalcó que desde el inicio de su administración asumió el compromiso de evitar invasiones, y en ese sentido se emprendieron acciones específicas para evitar que la mancha urbana siga creciendo.
Por ello, se implementó un operativo con 300 elementos de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina, 32 elementos de la Comisión de Recursos Naturales (Corena), así como personal de la Fiscalía Especializada en Delitos Ambientales y Protección Urbana de la Procuraduría de Justicia local, precisó en un comunicado.
Las autoridades llevaron a cabo el desalojo y destrucción de las casas construidas en una superficie de dos hectáreas con madera, cartón, láminas y plásticos, y se retiró el material con el que continuaban construyéndolas. Los invasores habían talado alrededor de 50 árboles, detalló.
En el despliegue fueron detenidos cinco de los presuntos invasores, dos hermanos que dirigían al grupo de ocupantes y otros tres por oponerse a la autoridad, quienes fueron puestos a disposición del Ministerio Público de la Fiscalía Especializada en Delitos Ambientales.
Refirió que en coordinación con la Secretaría de Medio Ambiente del Gobierno de la Ciudad de México presentaron, en julio pasado, la denuncia ante dicha fiscalía, que inicio la carpeta de investigación FEDAPUR/A/UI-2C/D/01214/07-2018.
Anguiano Flores recordó que desde octubre del 2015, al comenzar su gobierno, se han realizado recorridos para recuperar predios invadidos e Cerro de la Estrella, cuya extensión es de tres hectáreas, y que ha sufrido invasiones desde hace aproximadamente 20 años, sin que administraciones anteriores lo hayan evitado.