El especialista Rodolfo Palencia Díaz indicó que es común que durante la mañana y la tarde las personas no tengan tiempo de resolver problemas laborales o personales, por lo que es al momento de acostarse cuando esta necesidad reaparece y muchas personas no tienen un buen descanso.
El encargado del servicio de Medicina Interna del Hospital de Especialidades del IMSS en Jalisco agregó que este tipo de hábito, así como antecedentes clínicos de ansiedad o depresión, pueden indicar la presencia de una enfermedad conocida como Síndrome de Fatiga Crónica.
Detalló que dicha enfermedad afecta a hombres y a mujeres, y se caracteriza por un fuerte cansancio físico mental que le impide a la persona, por un lado, desempeñar sus actividades cotidianas y por otro concentrarse y adquirir conocimiento nuevo.
Señaló que, si el desempeño laboral o académico de una persona disminuyen, del mismo modo que merma su relación con familiares, amigos o pareja, debe acudir a consulta en su Unidad de Medicina Familiar (UMF), donde se harán estudios para descartar enfermedades que causan síntomas similares, de origen hormonal, neurológico, reumatológico, ginecológico y otros.
Manifestó que un dato importante es saber si el cansancio, la falta de sueño y el desgano han durado más de seis meses.
“Si ya se descartaron otras patologías, el tratamiento para un paciente con fatiga crónica puede involucrar terapia conductual porque ayuda en casos de tensión emocional, dormir adecuadamente, y, en gran medida, hacer ejercicio e incrementar su intensidad de manera paulatina”, dijo.
Resaltó que la actividad física debe ser parte de la rutina diaria, “tanto como se come tres veces al día o se contempla un lapso para descansar”.
Destacó que un paciente con fatiga crónica no debe empezar con ejercicio fuerte o prolongado, sino comenzar con caminar 10 o 15 minutos hasta hacerlo 40 minutos diarios sin interrupciones.