La delincuencia y corrupción prevalecen en municipio de Cuatitlán Izcalli, toda vez que, Víctor Estrada Garibay, presidente municipal impusiera a Loth Centeno Lara como Comisario de Seguridad.
En 2013 Centeno Lara fue dado de baja de la Dirección de Seguridad Pública del municipio de Tlalnepantla por el entonces presidente municipal, Pablo Basáñez García, cuatro meses después de haber asumido el cargo, pues presentó un documento falso de preparatoria.
Pese a ello, Loth Centeno fue designado Director de Seguridad Pública en Coacalco, donde tejió una red de corrupción al “inaugurar” los corralones clandestinos a donde se llevaban a los autos de quienes incurrían en faltas de tránsito, y donde los automovilistas eran extorsionados.
Ahora Loth Centeno lleva estas malas mañas a Cuautitlán Izcalli, en donde elementos de seguridad pública que pidieron anonimato por temor a represalias denunciaron que, con la complacencia del alcalde Víctor Estrada, el Comisario de Inseguridad Pública cobra de 450 a 500 pesos por día a cada uno de los 900 policías municipales con que cuenta la corporación, o de lo contrario son castigados.
Además de que debido al doble “Hoy no circula” cualquier elemento policíaco, sea o no de tránsito, se dedica a extorsionar a los automovilistas, y a cobrar cuotas a los taxistas que quieren circular libremente por el municipio aunque por su número de placa no esté permitido.
La delincuencia y corrupción prevalecen en municipio toda vez que, Víctor Estrada Garibay, presidente municipal, impusiera a Loth Centeno Lara como Comisario de Seguridad.
Pese a ello, Loth Centeno fue designado Director de Seguridad Pública en Coacalco, donde tejió una red de corrupción al “inaugurar” los corralones clandestinos a donde se llevaban a los autos de quienes incurrían en faltas de tránsito, y donde los automovilistas eran extorsionados.
Ahora Loth Centeno lleva estas malas mañas a Cuautitlán Izcalli, en donde elementos de seguridad pública que pidieron anonimato por temor a represalias denunciaron que, con la complacencia del alcalde Víctor Estrada, el Comisario de Inseguridad Pública cobra de 450 a 500 pesos por día a cada uno de los 900 policías municipales con que cuenta la corporación, o de lo contrario son castigados.
Además de que debido al doble “Hoy no circula” cualquier elemento policíaco, sea o no de tránsito, se dedica a extorsionar a los automovilistas, y a cobrar cuotas a los taxistas que quieren circular libremente por el municipio aunque por su número de placa no esté permitido.
La delincuencia y corrupción prevalecen en municipio toda vez que, Víctor Estrada Garibay, presidente municipal, impusiera a Loth Centeno Lara como Comisario de Seguridad.
En la localidad en la presente administración los índices de inseguridad se han disparado, teniendo el primer lugar en de todo el Estado de México.
Ahora los vecinos de todas sus colonias viven temerosos y no salen de sus viviendas por el temor a los robos a casa-habitación y de vehículos con violencia, problemas que se han convertido en una constante.
No deja de haber asaltos en el transporte público en cualquiera de sus vialidades principales o secundarias del municipio, para trasladarse a los diferentes destinos de trabajo o vivienda, los asaltos son realizados con lujo de violencia y son ya una costumbre.
No deja de haber asaltos en el transporte público en cualquiera de sus vialidades principales o secundarias del municipio, para trasladarse a los diferentes destinos de trabajo o vivienda, los asaltos son realizados con lujo de violencia y son ya una costumbre.
Hoy los asaltos y robos de vehículo o a transeúntes son tan frecuentes que a plena luz del día se cometen y lamentablemente muchos de ellos han tenido consecuencias funestas.
En todas las colonias el pánico prevalece, sin que autoridad alguna haga nada por resolverlo.
La policía municipal ha brillado por su ausencia, por lo tanto los delincuentes cometen sus fechorías con total impunidad, por la ineptitud o complicidad de los elementos de Seguridad Pública.
Loth Centeno actúa con la complacencia y complicidad del alcalde Víctor Estrada, quien ya se dio cuenta que Seguridad Pública es una mina de oro.