Feminicidios: Aumentan estos crímenes en Centroamérica y Dominicana

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Feminicidios

Alba Trejo

SemMéxico/SEMlac. República Dominicana, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala se han convertido en los países latinoamericanos donde se percibe un alto crecimiento de muerte violenta de mujeres en los últimos 10 años que, según las autoridades y sociedad civil, se deriva del silencio por temor de las víctimas.

SEMlac realizó una búsqueda de los datos oficiales más recientes de feminicidio en la región, con los cuales se determinó que la mujer es víctima de violencia por parte de sus parejas, exparejas y pandillas que las someten a la expresión más extrema de la violencia.

Fuentes oficiales Policía Nacional y Ministerio Público de los siete países disgreganGuatemala. República Dominicana, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala se han convertido en los países latinoamericanos donde se percibe un alto crecimiento de muerte violenta de mujeres en los últimos 10 años datos que destacan, además, que la mayoría son asesinadas con arma de fuego y arma blanca, pero que la violencia se ha intensificado al desmembrar sus cuerpos, no sin antes violentarlos sexualmente.

La especialista en violencia intrafamiliar Ivonne Ortiz, representante de la Alianza Latina para Erradicar la Violencia Doméstica en República Dominicana, en declaraciones a la agencia noticiosa Prensa Latina dijo que la situación económica, unida al temor de la mujer a denunciar el maltrato de sus parejas u otro familiar, son los principales detonantes de los feminicidios en ese país.

Indicó, además, que la pobreza afecta a cuatro de cada 10 dominicanos. Mientras, la Policía Nacional dominicana destaca que la violencia machista ha socavado la vida de 2.168 mujeres en 11 años transcurridos.

En tanto, en naciones como Guatemala, Honduras y El Salvador, países denominados el triángulo norte, la presencia de las pandillas es una de las causas que la vida de las mujeres termine en feminicidio.

El triángulo norte es también la región donde mayor incidencia criminal existe contra ellas.

Las autoridades de las instituciones de Ciencias Forenses de los tres países coinciden en que los crímenes son muy parecidos, cuerpos desmembrados con el componente de violencia sexual, o con armas descargadas sobre sus cuerpos y cara. Y la mayoría de las mujeres, jóvenes entre los 18 y 35 años de edad.

También los adolescentes sufren el embate de la violencia de género en el triángulo Norte, las fiscalías de esos países destacan que aquellas que viven en áreas marginales y se resisten a pertenecer a las pandillas en esos lugares, o no acceden a sus peticiones de tener relaciones sexuales con ellos, son brutalmente asesinadas.

En El Salvador, datos no oficiales señalan que existen 60.000 pandilleros y domina la mara Salvatrucha, mientras que en Guatemala el número alcanza los 14.000, de acuerdo con el Ministerio de Gobernación, y en Honduras, las estadísticas oficiales dan cuenta de la existencia de 10.000 mareros.

El Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres (CLADEM) destacó que más de la mitad de los 25 países con tasas altas y muy altas de violencia contra la mujer se encuentran en América Latina y el Caribe.

La investigación de SEMlac remarca que, en los países con estadísticas altas de incidencia criminal, los feminicidios ocurren en todo ámbito; público, donde hay pandillas, crimen organizado, pero también en el ámbito privado ya que ellas son asesinadas dentro de sus propias casas.

Las diferentes fuentes de la Policía reportan las cifras de mujeres que han muerto de forma violenta en los últimos, seis, nueve y 10 años.

A la población femenina de Honduras no le favorece los datos. Las muertes de las hondureñas colocan a ese país como el más peligroso de la región para ellas.

Informes de la Organización de las Naciones Unidas destacan que 2005 a 2013 los feminicidios aumentaron 263 por ciento y que dos mujeres son asesinadas a diario. El dato oficial de femicidios alcanza las 4.400 mujeres muertas en manos de feminicidas en ese período de años.

Para el observatorio de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), esa nación ha desplazado a México y Guatemala como el país más peligroso para las mujeres en Centroamérica y el mundo.

Aunque hubo de transcurrir 12 años para que el Congreso de Honduras aprobara la reforma al Código Penal, mediante la cual se tipifica como delito el feminicidio con una pena de 30 a 40 años de prisión, las hondureñas siguen muriendo de forma violenta en manos de sus parejas y pandillas.

El Salvador cuenta con una ley que penaliza el feminicidio con 35 años pena máxima, pero tampoco deja de ser un país inseguro para las mujeres.

La cifra que el Observatorio de la Mujer en el Salvador (ORMUSA) apunta a que en los últimos seis años fueron 2.521 las asesinadas, principalmente con arma de fuego.

El capítulo tres del informe “La Carga Global de la Violencia armada cada muerte cuenta en 2015″, elaborado por la Secretaría de la Declaración de Ginebra, destaca que entre 2007 y 2012 El Salvador tuvo la tasa más alta de feminicidios a nivel mundial, con un promedio anual de 14,4 asesinatos por cada 100.000 mujeres, pero fue desplazado por Honduras.

Las mujeres asesinadas, asegura ORMUSA, fueron antecedidas de agresiones sexuales, consumadas con arma de fuego, muchas cometidas con extrema crueldad ya que algunos cuerpos fueron cercenados y abandonados en la vía pública.

Guatemala es otro de los países donde se irrespeta la vida de las mujeres, en 10 años alrededor de 6.000 guatemaltecas han sido asesinadas por alguna persona conocida.

En ese país, a diario dos mujeres pierden la vida de forma violenta y tan es así que el Instituto de Ciencias Forenses ha tenido que congelar partes del cuerpo de guatemaltecas que han sido desmembradas y cuyas cabezas o tronco jamás aparecieron.

Sergio Rodas, jefe de forenses, dijo a SEMlac que han tenido que sacar hasta 14 balas del cuerpo de una mujer al momento de practicarle la necropsia, lo que denota la saña y odio hacia ellas, afirma el médico.

Entre los países con menos incidencia criminal contra las mujeres figura Panamá, en los últimos cinco años transcurridos las estadísticas alcanzan 337 muertes, según el Observatorio Contra la Violencia de Género de ese país.

Los feminicidios en ese país están marcados por patrones machistas y de subordinación como una herencia cultural.

El Observatorio destaca que el feminicidio en Panamá se divide en íntimo y no íntimo y que ocurren entre los 11 a 30 años de edad.

Costa Rica es el país donde menos muerte violenta de mujeres ocurre. En los últimos 10 años, incluyendo 2016, han sido asesinadas 256 mujeres, destaca el Observatorio Centroamericano para la Erradicación del Feminicidio y la Violencia contra las Mujeres.

La sumatoria de 24 años transcurridos en Costa Rica demuestra que es el país menos vulnerable para las mujeres, ya que en ese período de años han sido asesinadas 531, lo que equivale a una cifra menor que el de las muertes violentas para ese grupo poblacional que registran en un año cada país del Triángulo Norte.

En Nicaragua, el Observatorio Nacional de Feminicidios de la Red de Mujeres Contra la Violencia (RMCV) advirtió que Managua “no es amigable” con las mujeres.

Las afirmaciones radican en que sí de muerte de mujeres se trata, en ese país la saña y misoginia se refleja en sus muertes con cuchillos, machetes y armas de fuego.

Nicaragua cuenta con una ley que tipifica el feminicidio con 30 años de prisión.

En esa nación se ha enterrado a 696 mujeres que fueron brutalmente asesinadas en los últimos 10 años, incluyendo 26 de ellas contra quienes se cometió feminicidio en el primer semestre de 2016, según datos estadísticos del RMCV.

Las víctimas en ese país centroamericano oscilan entre los 11 y 30 años de edad. El organismo Mujeres Católicas por el Derecho a Decidir, incluso, declararon ante los medios nicaragüenses que para las mujeres de esa nación la vivienda seguía siendo el lugar menos seguro.

CLADEM puntualizó en su informe de 2014 que la región latinoamericana y caribeña presenta avances importantes en materia de marcos legales, mecanismos y políticas públicas para el abordaje de la Violencia Contra la Mujer (VCM), sin embargo, las cifras estadísticas y las diferentes manifestaciones en que se expresa, en muchos casos de manera extrema como los feminicidios, dan a entender que el impacto de prevención y eliminación de la violencia contra la mujer dista mucho aún de lograrse.