Pancreatitis aguda puede derivar en Cáncer de Páncreas

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Por Juan R. Hernández

La pancreatitis es una inflamación del páncreas, una glándula plana y alargada que se encuentra detrás del estómago, en la parte alta del abdomen. Su función es generar enzimas que participan en la digestión, así como hormonas que intervienen en distintos procesos del organismo, por ejemplo la regulación de los niveles de azúcar en la sangre.

Cuando las enzimas pancreáticas se activan inapropiadamente antes de salir del páncreas y llegar al duodeno, el tejido de este órgano se irrita. Puede producir una inflamación conocida como pancreatitis.

La pancreatitis puede presentarse de distintas formas. Los episodios más leves pueden desaparecer sin necesidad de tratamiento y sin producir síntomas graves. En ocasiones la inflamación es crónica, de forma tal que dura muchos años o es de por vida. En otras, se produce lo que se llama pancreatitis aguda: una inflamación grave y repentina que puede durar solo unos pocos días. Estas dos formas pueden tener consecuencias severas para la salud.

Distintas afecciones pueden desembocar a un caso de pancreatitis aguda. La más común es el alcoholismo, el consumo excesivo de alcohol sostenido en el tiempo puede terminar causando lesiones en el páncreas que provoquen una pancreatitis aguda, es decir, una inflamación en ese órgano, y que de no cuidarse se vuelve recurrente y con el tiempo puede derivar en una pancreatitis crónica, mucho más grave.

La mayor parte de las pancreatitis agudas están causadas por (cálculos) piedras en la vesícula y en las vías biliares, un mal que afecta más a las mujeres que a los hombres. Sin embargo, en el caso de las pancreatitis agudas causadas por el alcohol, son los hombres los pacientes más numerosos: tres de cada cuatro, según información de la Clínica Universidad de Navarra, España.

El pronóstico de una pancreatitis aguda es muy variable. Aunque la mayoría de los pacientes se empiezan a sentir mejor después de una semana y pueden no volver a tener problemas, para otros, con una pancreatitis aguda severa, el problema puede convertirse en algo grave o incluso letal, si se complica.

El síntoma más común de esta condición es un dolor súbito y fuerte en la parte superior del abdomen, que los pacientes pueden sentir que se extiende hacia la espalda. Suele presentarse acompañado de mareos, náuseas o vómitos. Muchas veces el paciente siente un alivio del dolor al doblar el tronco hacia adelante y ponerse en posición fetal. El inicio de ese dolor abdominal es brusco y preciso. Es también progresivo y puede durar desde unas horas hasta semanas o meses, según la gravedad y progresión de cada caso.

Las complicaciones

Un páncreas que funciona de manera deficiente puede derivar en problemas digestivos y en diabetes. El tratamiento de la pancreatitis aguda se hace en hospitales y cuando es grave, en terapia intensiva. Entre las complicaciones que puede tener una pancreatitis aguda están la presencia de pseudoquistes, infecciones, insuficiencia renal, problemas respiratorios, diabetes y desnutrición.

Quizá la complicación más severa que puede causar la pancreatitis aguda es que aumenta el riesgo para desarrollar cáncer de páncreas en un 20 por ciento.

Entre los signos y síntomas principales del cáncer de páncreas, destaca la ictericia, presente en un 80 por ciento de los casos, la cual consiste en que el blanco de los ojos se vuelve amarillo, seguido de la piel. La orina suele ser de color óxido y parece arcilla suave. Estos cambios suceden porque el conducto biliar es aplastado por el cáncer de páncreas y la bilis no puede dejar el hígado hacia el intestino y se comienza a acumular en sangre (bilirrubina).

Por lo anterior es muy importante identificar los síntomas: pérdida de peso, malestar en el epigastrio, nauseas, indigestión, especialmente de alimentos grasos, y heces claras y pálidas y dolor de espalda, punzante entre los omóplatos, entre los principales.

En México existen tratamientos que ayudan a los pacientes con cáncer de páncreas a tener una mejor calidad de vida, tal es el caso de Abraxus® para suspensión inyectable (paclitaxel unido a albúmina en una formulación de nanopartículas), que, junto con Gemcitabina, mejora la supervivencia global y representa un nuevo estándar de tratamiento en cáncer de páncreas metastásico.

Según información del Instituto Mexicano del Seguro Social, en los casos graves en los que se produce destrucción del tejido pancreático, conocida como “necrosis pancreática”, si esta se complica por una infección existe un “alto riesgo de fallecimiento”.