Preciso que gobierno mexicano impulse nuevo esquema de política exterior y no la Doctrina Estrada que AMLO busca retomar: PRD

0
437

El Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (GPPRD) en la Cámara de Diputados planteó la necesidad de definir un nuevo esquema de gobierno en materia de política exterior y no la Doctrina Estrada (publicada en 1930) que, además de no responder al nuevo contexto global complejo en el que nos desenvolvemos y el reto histórico de nuestra vecindad con los Estados Unidos de América, dejó de ser llevada a la práctica por el gobierno.

“En el contexto actual, regresar al purismo de la Doctrina Estrada no es plausible ni deseable”, afirmó el diputado Antonio Ortega Martínez al fijar el posicionamiento del GPPRD ante el Pleno como parte de la Glosa del VI Informe presidencial, en materia de relaciones exteriores, del cual destacó que Peña Nieto supo reconocer que las formas diplomáticas tradicionales no funcionarían con su homólogo Donald Trump”, por ejemplo; pero tampoco pueden ser sustituidas por la relación personal entre el canciller Videgaray y Jared Kushner, yerno del magnate a quienes los une una supuesta amistad.

“En el Informe se da cuenta de innumerables actividades de ‘difusión’ económica, turística y cultural para ampliar los vínculos políticos, comerciales y de cooperación de México con otros países”, pero no están organizadas con claridad ni con una orientación estratégica. Fueron acciones que se agotaron en sí mismas: ferias, exposiciones, encuentros entre gobernantes, entrevistas y declaraciones con pocos resultados prácticos”, mencionó.

Sin embargo, subrayó, la retórica es peligrosa en materia de relaciones exteriores porque se actúa no ante un actor político o agente económico local o nacional, sino ante poderosas fuerzas que tienen objetivos globales, y ante esa realidad, la actuación de los distintos secretarios de relaciones (particularmente el último), se desarrollaron en una displicencia formal y teórica y en una práctica improvisada, echada pa´ delante como sinónimo de moderna y global.

“El problema de la Cancillería en los últimos sexenios no ha sido el de intervenir sobre asuntos relacionados con otros países, sino de hacerlo de manera poco inteligente y coherente, sin una doctrina exterior renovada para evitar que la intervención en cualquier asunto exterior se vuelva contraproducente y, a final de cuentas, lesiva para el país”, agregó el legislador federal y precisó que, efectivamente, “la Doctrina Estrada sigue inserta en el texto constitucional, pero mal haría AMLO en revivirla sin más. Requerimos –enfatizó- una nueva estrategia de México ante el complicado mundo global”.

En este sentido, Ortega Martínez resaltó que analistas en política internacional consideran que Peña Nieto no logró construir una estrategia adecuada en temas clave con Barack Obama como: migración y seguridad, y luego tuvo que pasar a una posición meramente reactiva ante los tuits de Donald Trump.

“Se señala reiteradamente, por ejemplo, que la cooperación en materia de seguridad y las relaciones entre los servicios militares y de inteligencia de Estados Unidos y la OTAN, más que cooperación significaron subordinación, lo que demerita el prestigio que alguna vez México tuvo en el Mundo”, acusó.

“Y aunque se señala como positivo un intento de diversificar las relaciones (Asia-Pacífico, Medio Oriente), en la práctica no se logró y en lugar de reducirla, aumentó la dependencia y subordinación a los Estados Unidos. Nuestra relación con el hemisferio de américa del norte, está crucificada entre el Muro y la acusación de que competimos en el TLC con mano de obra barata y con componentes de nuestras exportaciones ajenos a la Región. Quedará en la historia como evidencia de la política exterior del sexenio de Peña Nieto: ni exitosa en lo comercial ni en lo político.

El legislador perredista indicó que -a un año de distancia- se sigue sin contar con una estrategia ante la nueva retórica norteamericana basada en la doctrina del “America First”, “Hagamos grande a América”. Se ha reaccionado y se ha buscado adaptarse a ella de manera pragmática, con éxitos relativos pero no consistentes y perdurables en el tiempo.

“Debe ser frustrante para el Presidente, Jefe de Estado y, por lo tanto, primera figura de México ante el mundo, terminar el sexenio temiendo (o evadiendo) la llamada de Trump para exigir que México pague el “Muro”, refirió.

Expuso en este contexto que la doctrina Estada ha sido cuestionada y en la práctica abandonada por la actual administración sin haber sido sustituida por otra; si no una mejor, por lo menos una más decente y coherente.

“Fue durante el sexenio de Vicente Fox cuando las doctrinas diplomáticas mexicanas usadas hasta el año 2000 por los gobiernos del Partido Revolucionario Institucional, encontraron límites cada vez más evidentes; pero se les criticó más con el argumento de que habían sido un instrumento para mantener la hegemonía y poder del PRI en el país que por su insuficiencia para atender las nuevas realidades del mundo. Así, la Doctrina Estrada fue dejándose de lado de acuerdo con el momento y las circunstancias, primero apoyando a los defensores de derechos humanos ante Cuba y Fidel Casto con Fox y luego, con Felipe Calderón quien defendió abiertamente al gobierno hondureño encabezado por Manuel Zelaya”.

“Ante la incongruencia doctrinaria de las relaciones exteriores de los últimos tres sexenios, ahora alertamos al Congreso sobre la idea de AMLO de reorganizar (revivir) la diplomacia de México alrededor de esa Doctrina… creemos que es prioritario impulsar una vigorosa política de cooperación internacional que contribuya tanto al desarrollo de México como al progreso y estabilidad de otros países, como elementos esenciales del papel de nuestro país en su perspectiva de actor global responsable”, finalizó.