Tras haberse cumplido un año de los sismos del 19 de septiembre, los gobiernos federal y local deben cumplirle a la ciudadania y terminar la reconstrucción de escuelas, hospitales y viviendas que aún se encuentran con daños, antes de pensar en construir un memorial, consideró Francisco José Casado Pérez.
El vocal del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios Históricos, señaló que si bien es necesario un espacio para recordar a las víctimas de los sismos, “hay prioridades” y hay que esperar para avanzar en cualquie proyecto que se tenga pensado.
“Hay prioridades, y la prioridad es la sociedad y que queden resueltas sus necesidades básicas, estamos hablando de escuelas, hospitales y vivienda, eso es lo primero, el Memorial va a llegar, se tarde lo que se tenga que tardar”, refirió en entrevista.
El maestro en Conservación y Restauración de Bienes Culturales e Inmuebles por la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía, Manuel del Castillo Negrete del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), aseguró que debe existir una sana distancia entre lo ocurrido y la construcción de un monumento.
“Siempre debe de haber esta distancia, la distancia es importante porque nos permite hacer esta reflexión, este proceso de diálogo al interior de nosotros y dar cuenta de lo bueno, lo malo y lo feo de todo lo que sucedió y todo lo que implica el proceso”, manifestó.
Explicó que un Memorial entra en la categoría de necesidad, ya que la sociedad necesita un espacio que le permita realizar un proceso de catarsis, “y el arte es una de las formas más convenientes de llevar a cabo ese proceso de olvido, pero un olvido sistemático y mesurado, no uno de amnesia”.
De igual manera, explicó que “la sociedad esta viviendo un momento que demanda una super velocidad, y se nos olvida que hay procesos que no pueden ser acelerados, como la restauración, no se puede adelantar la restauración de un edificio porque tiene ciertos procesos clave en sus materiales, en sus formas, en su todo, y es como el ser humano, hay gente que puede tener un proceso muy rápido, pero hay otra que puede tardar años”.
En ese sentido, el Memorial no puede, ni debe salir por parte de actores públicos, “debe de salir propiamente de la comunidad, porque es un proceso que tiene que volverse símbolo y elemento referente para todos”.
A ello, agregó que la propuesta de un memorial no fue realizada ni siquiera a un año de los acontecimientos, sino tan solo a seis meses de lo sucedido, por lo que muchas personas ni siquiera se enteraron de que hubo un concurso público para la construcción de un proyecto de tal magnitud.
“Se necesita tener un Memorial, pero hay que replantearlo, ponerlo a consideración de la gente, además de que debe ser un concurso donde participen todos para que se sientan identificados con éste”, indicó.
El experto planteó que éste memorial debe unir a toda la gente, más allá de solo recordar lo qué pasó, “ese tiene que ser el enfoque, el arte debe de pasar de ser un encargo personal, a ser hacer un trabajo para el público, o que permitirá que la pieza sea valorada, que nos represente y sea querida”.
Casado Pérez agregó que de igual forma, los estados que resultaron afectados por los sismos, también deben tener su propio Memorial, ya que el sismo se vivió de manera diferente en cada uno de ellos, por lo que la tragedia no se debe englobar, y debe aflojarse a las necesidades y posibilidades de cada sitio.
“Estos memoriales tienen que ser un proceso de unión, son símbolos que identifican a la gente, tienen que ser un punto que permita decir esto yo lo viví, esto yo lo identificó, habla de mi historia y habla de la historia de los demás, eso garantiza el éxito de una buena intervención, cuando hay estos vínculos y más cuando llegan a estos lugares, porque se vinculan con los materiales, con el entorno, y las texturas, entre otros”.
Al respecto, el experto apuntó que también en cada uno de los memoriales para los estados debe hacerse un llamado a los artistas locales para que se vea reflejado el proceso y la vivencia de cada lugar.
“Que se haga un programa donde se vean reflejados los procesos de cada uno de los estados, ya que no se vivió lo mismo en Oaxaca que en Puebla, construyamos procesos que nos hermanen, que identifiquen los valores, al final, esos son los diálogos inmateriales y tan etéreos que nos puede ayudar a entendernos sin decir nada”, finalizó.
