El Gobierno de la Ciudad de México inauguró el Primer Encuentro Latinoamericano por la Reinserción Social, a fin de intercambiar experiencias y buenas prácticas en la materia a nivel local, nacional e internacional.
Ello, para lograr la plena integración de la población recién egresada de los centros penitenciarios y sus familiares a la sociedad.
Durante la inauguración del evento, que se realizará del 24 al 26 de septiembre en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco, el jefe de Gobierno, José Ramón Amieva Gálvez, destacó la importancia de este tipo de encuentros que permiten intercambiar experiencias, con lo que se pueden generar políticas públicas eficientes, integrales y sensibles, enfocadas al desarrollo y evolución social.
Expuso que en la Constitución de la Ciudad de México se prevé el derecho a la reinserción social, producto del alcance de las políticas públicas que se han implementado en la capital, por lo que consideró necesario compartir experiencias y lograr la retroalimentación para coadyuvar a reforzar el esquema de reinserción y modificar los elementos que sean necesarios para hacer efectivos los derechos.
“La visión de esta política de reinserción se sustenta en que la prisión y tratamiento en libertad es la limitación de derechos, pero como autoridades debemos acercar políticas públicas, para que una vez que las personas se reinserten a la sociedad, alcancen a plenitud la igualdad en el ejercicio de éstos”, aseguró.
Tras enfatizar que un adecuado esquema de reinserción social contribuye a generar la certidumbre y confianza en la sociedad, aseguró que nadie debe ser víctima o sujeto a una situación de vulnerabilidad durante su permanencia en un centro de reclusión o tratamiento en libertad, ya que dicha situación no es favorable, de ahí que es necesario buscar que la persona y su familia gocen a plenitud de sus derechos.
Explicó que cuando se comete un delito, el Nuevo Sistema de Justicia Penal busca garantizar el cumplimiento de derechos, a través de un proceso justo y apegado a la ley, una sentencia proporcional, y en caso de que la persona sea condenada, se genere un adecuado esquema de reinserción para que, una vez que cumpla su pena, pueda ver con la frente en alto a la sociedad y ejercer sus garantías.
En tanto, Paola Zavala Saeb, directora general del Instituto de Reinserción Social, afirmó que compartir visiones y buenas prácticas permite consolidar sociedades justas, pacíficas e incluyentes, por lo que es necesario poner en el centro del debate sobre justicia, las diferentes causas y contextos de la violencia, a fin de cambiarlas y reducir los factores de riesgo.
Detalló que la inequidad, violencia familiar y social, discriminación y falta de oportunidades, factores que orillaron a la persona a delinquir, muchas veces prevalecen en su ámbito y al salir de prisión se acentúan.
De ahí la importancia de generar herramientas que contribuyan a lograr un verdadero cambio para su plena integración a la sociedad, ya que muchas veces se abren las puertas de la prisión, pero no de la sociedad, situación que propicia un círculo de exclusión social interminable.
Recalcó que las acciones implementadas por los gobiernos no pueden estar confinadas a las cárceles, es por ello que el esquema del Instituto de Reinserción Social contempla que las personas que abandonen la prisión no vuelvan a reincidir.
A su vez, Ricardo Raphael de la Madrid, director general del Centro Cultural Universitario Tlatelolco, subrayó que el esquema de reinserción social que hay en la Ciudad de México no existe en ninguna otra parte del país y del mundo, lo que debe compartirse, ya que el aparato de justicia, carcelario y la forma en la que se reinserta a la población a la sociedad son elementos clave para la paz social.
Nashieli Ramírez Hernández, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos local, manifestó que la Constitución capitalina reconoce a las personas privadas de su libertad como grupo de atención prioritaria, a quienes se les deben garantizar condiciones de reclusión adecuadas que favorezcan su reinserción a la sociedad.
Consideró que uno de los mayores retos es lograr cambios en materia cultural, que contribuyan a la aceptación de las personas que fueron privadas de su libertad, cumplieron su condena y obtuvieron su libertad y así evitar considerarlas como desadaptadas, degeneradas o perdidas.
Durante dos días, el Primer Encuentro Latinoamericano será espacio de diálogo y análisis acerca de temas como reinserción social con enfoque social, integral, transversal y derechos humanos, prevención del delito, cultura en los procesos de reinserción, cultura de la paz e inclusión social, donde participarán autoridades e investigadores de diversos países de América Latina.
También se efectuarán mesas de discusión y análisis, conferencias magistrales, expresiones artísticas, culturales, presentación de textos bibliográficos, entre otras actividades.