Al concluir el recuento de las más de 7 mil casillas para la elección a gobernador en la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, el paso siguiente deberá ser la anulación de la elección, ante la evidencia de las innumerables irregularidades que se detectaron en las urnas, a la vista de todo, refirió el candidato al gobierno del Estado por la Coalición Juntos Haremos Historia, Miguel Barbosa Huerta.
Al fijar una posición pública sobre el término de este recuento que se llevó a cabo en la Ciudad de México, Barbosa Huerta aseguró que los voceros de la candidata Martha Erika Alonso quieren generar la percepción de que, al término de este recuento, se corrobora su constancia de mayoría, sin embargo, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, ha establecido este mismo día, que habrá de hacer llegar un reporte con actas circunstanciadas de lo que se encontró en cada uno de los distritos que fueron recontados. Es decir, no emitirá la autoridad electoral, un dictamen como lo espera y lo hace creer el equipo de Rafael Moreno Valle y su esposa Martha Erika Alonso.
Acompañado de los diputados Gabriel Biestro, coordinador de los diputados de la Coalición Juntos Haremos Historia en la LX Legislatura y de Leonor Vargas, presidenta de la Comisión Especial para dar Seguimiento a la Elección de Gobernador, del mismo Congreso local, Miguel Barbosa reiteró que continuará el procedimiento impugnatorio, primero en el Tribunal Estatal Electoral, y en su caso, la Sala Superior, ahora sí, determinará con toda seguridad, la anulación de la elección, luego de todas las evidencias encontradas en este recuento.
Reiteró que el resultado del cómputo fue la corroboración de miles de irregularidades en los paquetes electorales de los 26 distritos electorales; siendo la constante: urnas violadas, selladas con cinta canela y cinta blanca distintas a las permitidas por la autoridad electoral; urnas sin lista nominal ni acta de escrutinio pegada en la parte de arriba, como debieron haber contenido las mismas; bolsas negras de boletas abiertas, sin sellos ni firmas de representantes; urnas con boletas en mayor número de 750; boletas nuevas sin doblar; boletas con la costilla de goma y folio; boletas de color diferente en la parte de arriba de la misma, lo cual revela que son de impresión distinta a las originales; marcas al votar idénticas de partidos atípicos, como PSI y Compromiso por Puebla; urnas sin boletas de votación de gobernador, pero sí con resultados en el sistema; urnas completamente vacías y con votación en el sistema.
Por su parte, Gabriel Biestro respaldó esta posición al señalar que, con todas estas evidencias encontradas, se confirma el fraude electoral que pretendía consumarse en Puebla, con lo que se comprueba que se perdió el principio de certeza y ante ello, no puede declararse la validez de esta elección, por lo que ahora hay que esperar a que concluya el proceso de impugnación y prepararse para una nueva elección.
Todas estas irregularidades revelan la manipulación y la pérdida de la cadena de custodia del material electoral y por tanto, la pérdida del principio de certeza y legalidad de la elección, aseveró.