Debido a que desde el año 2017 no fueron reclamados por ningún familiar, ayer, autoridades del estado de Chihuahua enterraron en un cementerio de Ciudad Juárez a 112 cadáveres, sin exequias pero si con un código de identificación junto al ataúd.
Los restos humanos fueron enterrados con la ayuda de maquinaria pesada en el cementerio de San Rafael, el más grande de la ciudad, bajo una imparable lluvia y la vigilancia de expertos en criminalística y peritos forenses.
Los especialistas informaron que los cuerpos no son reclamados a veces por falta de dinero para sepultarlos, otras por miedo tras un asesinato o por ser fetos provenientes de abortos clandestinos.
Se informó que todos tienen su estudio fotográfico, sus estudios médicos y el perfil genético, que es muy importante por si existe una reclamación posterior por parte de sus familiares.
Joselyn Guzmán, vocera de servicios periciales de la Fiscalía de Chihuahua precisó que los cuerpos inhumados fueron localizados en esa ciudad y su periferia, correspondientes 81 de ellos hombres, cuatro mujeres y 27 fetos.
“La mayoría son por causas de muerte naturales, hay óbitos, suicidios, algunas muertes accidentales y otras derivadas de homicidios”, precisó.