Capacitación para mayor productividad

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La capacitación es un proceso de enseñanza aprendizaje para la transmisión de conocimientos que permite a los trabajadores tener, de acuerdo a lo que establece la propia Constitución y la ley, todas las habilidades, conocimientos, destrezas y demás, que requieren para hacer su trabajo lo mejor posible, define Adrián Escamilla Palafox, Director General de Capacitación, Adiestramiento y Productividad Laboral de la Secretaría del Trabajo y previsión Social (STPS).

Afirma, en entrevista, que en México la capacitación es una obligación constitucional, prevista en la Fracción 13 del Artículo 123, y después en el Capítulo 3 bis de la Ley Federal del Trabajo. Explica que todos los patrones deben realizar la capacitación, no importa el tamaño de la empresa, grande, mediana, pequeña, micro.

Para esta finalidad existen dos áreas involucradas en este proceso, la primera, dice Escamilla Palafox, el área que está a su cargo, que emite la normatividad reglamentaria y los procedimientos para cumplir con esta obligación; por otro lado, está la dirección General de Inspección Federal del trabajo, cuya función es justamente verificar en el centro de trabajo que se esté cumpliendo con la obligación patronal no sólo de capacitación, sino también de seguridad y salud en el trabajo, condiciones generales, aguinaldo, vacaciones, para garantizar que las empresas cumplan.

La dirección a su cargo, dice, tiene un valor importante, como la promoción del cumplimiento, es decir, promover que las empresas cumplan, implica no solo decirles que tiene la obligación legal, sino hacerles ver el por qué existe esa obligación legal.

De tal forma que la STPS como autoridad apoya para que cumpla el empresario, desde el ámbito laboral, de la mejor manera, más barato, quizás sin costo, por eso la secretaría tiene programas como el de capacitación a distancia para trabajadores, totalmente gratuitos.

Un ejemplo de este programa, para el sector turismo, todos los cursos para atención a comensales son gratuitos para cualquier persona que trabaje en ese sector e incluso empresas para cumplir con esa obligación legal pueden tomar el curso, en consecuencia los trabajadores se capacitan, la empresa cumple con su obligación legal y todos están en sintonía de acuerdo a lo que establece la ley.

Menciona Escamilla Palafox que existen otro tipo de cursos, la ley prevé que las empresas puedan capacitar a las personas, pueden hacerlo contratando gente especializada con sus propios recursos al interior al centro del trabajo.

La secretaría tiene otro tipo de programas como el de formación de Agentes Multiplicadores, en este caso la STPS capacita al interior del centro de trabajo al número de trabajadores que la empresa decida pero no se van a capacitar en materia técnica, se van a capacitar en habilidades para ser formador de formadores, es decir, cómo se transmiten conocimientos, cómo elaborar un curso, cómo planearlo, cómo ejecutarlo, cómo evaluarlo, cuál es el objetivo, formar instructores internos, sin que la empresa gaste dinero adicional y puedan capacitar a sus compañeros al interior.

Estos cursos buscan que las empresas tengan mucho menor costo de producción por eficiencia y al mismo tiempo un valor agregado a los productos o servicios que generan, cuando esta relación se da, se logra una mayor productividad, la cual a su vez se debe detonar en una mejora salarial.

Lo prevé la ley Federal del Trabajo en el capítulo 3 bis, cuando hay un incremento en la productividad, derivado de la contribución de los trabajadores, debe haber un reparto equitativo, para eso existe la figura de las Comisiones Mixtas de Capacitación, Adiestramiento y Productividad, se forman al interior del centro, mismo número de representantes del patrón, mismo número de los representantes de los trabajadores y entre ellos, sin que la autoridad intervenga, se tienen que poner de acuerdo en el caso de que hubiera un remanente de productividad, en cómo se va a repartir, eso es lo que pactan en las famosas clausulas o bonos de productividad que se otorgan en ciertas empresas.

Insiste, la fórmula es ganar ganar, una mayor productividad para el centro de trabajo, que a su vez se vea reflejado en un mayor ingreso para las trabajadores, no necesariamente en el salario, significa todos los casos que involucran el pago al trabajador, por ejemplo, puede ser que no se le pague más pero se puso un comedor, donde hay un descuento en los alimentos, se está teniendo un beneficio económico que en términos reales es un ingreso mayor.

Comenta que existen diferentes estimaciones de las pérdidas por no capacitar al personal, evidentemente ninguna de ellas tiene el consenso, pero según cifras, un trabajador capacitado puede ser hasta 20 veces más productivo, a nivel superior, que uno que sólo tiene el nivel primaria o secundaria.

Hay otro tipo de estimaciones que establece, por cada jornada anual de  capacitación de 40 horas, como se tasa el promedio generalmente aceptado, un trabajador en cinco años tiene una productividad del 50% más que aquel que no recibió esa capacitación a lo largo de ese tiempo, entonces es evidente que no haya un consenso nacional porque los sectores productivos son muy disímbolos y no es lo mismo el impacto de una no capacitación industrial como en un restaurante, son cosas diferentes, implica esquemas de medición distintos.

Eso es lo que se pretende con productividad y eso se quiere arribar en materia de capacitación, por eso la importancia de hacer de este tema uno nacional, pero que lo asuman las empresas, los sectores productivos, no sólo por el hecho de que sea una obligación porque van a recibir una sanción, de hasta de cinco mil días de salarios, sino porque conviene a todos, iniciando a los del centro de trabajo, a los trabajadores y al país en su conjunto.

Puntualiza que los sectores que más se capacitan son los sectores intensivos de uso de capital, se habla del sector industrial, por ejemplo, el automotriz, el aeroespacial, son sectores ricos en tecnología, ricos en uso de capital, intensivos en uso de equipo, eso implica estar actualizados porque constantemente llega equipo nuevo, es decir, los trabajadores mexicanos tienen que conocer necesariamente esa maquinaria. También en los servicios pero en la parte especializada por ejemplo como seguros, fianzas, cuestiones financieras implican una alta capacitación.

Mientras que un caso contrario, el turismo, sector intensivo en el uso de mano de obra, no en capital, hay más gente que maquinaria, lo cual es bueno en cierta medida, pero hay una alta rotación y una baja profesionalización de los meseros, muchas personas pueden relativamente desempeñar esa función de manera sencilla.

Las empresas del sector agropecuario son las que menos capacitación reportan por la naturaleza del sector, porque hay ciertas condicionantes históricas que llevan a esa desafortunada circunstancia que se quiere revertir, no es lo mismo, las personas que se dediquen al campo altamente capacitadas en técnicas de riego por goteo a ser personas que laboran ahí porque empíricamente lo aprendieron a lo largo del tiempo, están perdiendo tiempo, recursos y dinero porque no saben cómo hacerlo o si lo saben no tiene el apoyo del gobierno para poderlo hacer, en ese tipo de sectores es justamente donde hay que focalizar los programas, por esa razón hay programas gratuitos para micros, pequeñas y medianas empresas.

En México se tiene una estructura productiva en donde un 90% son micro y medianas empresas, tampoco son altamente sofisticadas, sino que muchas de ellas son empleos del sector primario terciario, es decir, de la parte agropecuario, servicio o comercio, pero no necesariamente con un valor agregado, por ejemplo cuando un ingeniero termina su carrera y se quiere colocar, resulta que no hay suficientes empresas para absorber toda esa mano de obra calificada, en consecuencia tiene ocupar un puesto de trabajo en una actividad productiva de menor rango del que podría desempeñar en el mercado laboral.

El funcionario comenta que en México se tiene un problema de subregistro administrativo, se tiene la certeza de que un número importante de empresas en este país cumplen con la capacitación que obliga la ley, pero la mayoría de las empresas, aun cumpliendo la obligación no registran a la autoridad; se están registrando menos del 2% del nivel nacional, hay más de 800 mil centros de trabajo registrados en el IMSS, de esos todos están obligados a capacitar a sus trabajadores, sólo cerca ocho a diez mil registran ante la STPS, esto en términos reales es muy bajo el índice de cumplimiento.

 Las encuestas como el módulo de educación, capacitación y empleo que levantó el INEGI en el 2009 fue la última edición, arrojan que un porcentaje mucho mayor de empresas que capacitaron a sus trabajadores, alrededor del 80% aproximadamente. Toda empresa debe asistir al Registro de Obligaciones Legales de Capacitación, adiestramiento y Productividad de la STPS, y en las delegaciones de esta en cada estado de la República. Además se está caminando hacia una ventanilla única de atención que se llama gob.mx.

Finalmente explica que cuando la actividad económica empieza a mejorar y las empresas empiezan a ser más productivas, más competitivas, además de que crecen en tamaño, también modifican su estructura al interior y ya no generan una actividad basada en el comercio, se empieza a producir tecnología como en el caso software, para ello se necesita ingenieros e investigadores para desarrollar cierta tecnología, toda una gama de profesiones que evidentemente tendrán un salario distinto a aquellas personas que se dedican a un trabajo de menor valor agregado, entonces se podrá ofrecer fuentes de empleo de mayor nivel.