Reaccion de HR Rating sobre economía mexicana, una manipulación política de empresarios rapaces: Robles Montoya

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Ciudad de México—La reacción de la calificadora HR Ratings al modificar el comportamiento de la economía, de estable a negativa, tras la cancelación de la construcción del Aeropuerto en Texcoco, “solo es una manipulación política de empresarios rapaces”.

Así lo aseguró Benjamin Robles Montoya, Vicecoordinador del PT en la Cámara de Diputados, quien cuestionó al sector empresarial, al asegurar que por que no alertaron cuando en 2016, la deuda pública llegó a representar el 48.7 por ciento del PIB.
 
“Debemos leer esta modificación con inteligencia y sin soslayar la coyuntura política en la que nos encontramos, sobre todo después de la victoria de la izquierda el pasado 1 de julio”, dijo el legislador.
 
El diputado por Oaxaca, señaló que lo largo de la administración 2012-2018, la pobreza y la marginación apenas se han reducido a pesar de los cuantiosos recursos destinados a combatirlas, y que además en los últimos 10 años la inversión pública en infraestructura se ha reducido 3.6 % del PIB, es decir, el gasto público más virtuoso en términos de crecimiento económico ha pasado de 6.6% al 3 %, “o Incluso, en 2016, la deuda pública llegó a representar el 48.7% del PIB”.
 
“Todas las anteriores, causas reales y evidentes de preocupación para las economías emergentes, no bastaron para modificar la perspectiva de deuda soberana a negativa, pero si la cancelación del Aeropuerto en Texcoco”, dijo Robles.

Sostuvo que desde el Congreso de la Unión, “debemos dejar claro a la opinión pública y a los inversionistas, que quienes señalan una “Crisis” o el “Error de Octubre” categóricamente les decimos que es una exageración”.
 
“Como señala el Secretario Guajardo, lo que ha sucedido las últimas horas es una reacción y no una tendencia. Las reacciones se diluyen en el tiempo, pero sienta un precedente en el manejo responsable y transparente de las finanzas públicas que trascenderá”, manifestó.
 
Sostuvo que el proyecto del Aeropuerto en Texcoco representaba un negocio privado con fondos públicos para un nuevo desarrollo inmobiliario a la sombra del poder político, “la máxima de las administraciones federales pasadas”.
 
“El precedente asentado por el Presidente electo es la negativa a continuar ejerciendo recursos públicos para el beneficio privado a costa de todos los mexicanos, donde la economía y transparencia en el ejercicio del gasto no sea nunca más letra muerta en la Constitución”, asentó.
 
Por último, dijo que el refrendo que dio la población mexicana con respecto a la construcción de nuevo aeropuerto, fue bajo la premisa de erradicar la corrupción, donde no se construirán, “bardas perimetrales en el aeropuerto a 50 mil pesos el metro, ni existan socavones en obras con meses de inauguradas, tampoco Duartes u Ochoas”.