Cambia de paradigma y haz de los robots un gran aliado de valor para tu industria

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¿Los robots causan desempleo? Esa es probablemente la pregunta que más se formula la prensa y la sociedad desde que las máquinas comenzaron a funcionar dentro de diferentes espacios de trabajo.

La respuesta es no. Los robots no son una amenaza, sino una oportunidad. Los robots hacen que el trabajo de las personas sea más valioso, al igual que todas las nuevas herramientas disponibles en los diferentes tipos de industrias.

Aplicadas correctamente, las nuevas tecnologías, sin duda, siempre han creado más valor. Un claro ejemplo, la rueda: trajo bienes al mercado más rápido, aumentando la escala y creando crecimiento, en lugar de desempleo y pobreza.

Debemos recordar siempre el hacer la pregunta correcta. Y no es si los robots nos desafían como mano de obra barata. De hecho, los robots pueden memorizar tu trabajo y hacer que este sea más fácil físicamente para que sea más productivo, eficiente y flexible.

La pregunta correcta es cómo las nuevas tecnologías como la automatización, la inteligencia artificial, etcétera pueden mejorar tu trabajo y cómo actualizarte profesionalmente para aprovechar estas oportunidades. Desde una perspectiva global, podemos tomar Dinamarca como ejemplo. El país tiene una base muy buena para convertirse en un pionero de la automatización inteligente. La fuerza laboral se caracteriza por un alto nivel de educación, gran flexibilidad y responsabilidad. Las estructuras sociales planas de la cultura de trabajo danesa significan que todos toman posesión. Por lo tanto, la inversión en automatización debe ir de la mano con un sólido compromiso con las habilidades de los robots en todos los niveles.

Para 2025 se espera que la industria danesa del hierro y el acero carezca aproximadamente a 30,000 trabajadores calificados.

Algunos trabajos serán absorbidos, pero la automatización robótica es un creador de trabajos neto

La mayoría de los estudios sobre los efectos de la automatización basada en robots en el empleo humano se centran en regiones geográficas limitadas, como los principales centros de fabricación, y en industrias que requieren mucha mano de obra y que dependen en gran medida del tipo de trabajadores que los robots pueden reemplazar fácilmente. Esto deja a un lado a grandes mercados en diferentes países de Latinoamérica, Asia, África, entre otros. Según dichos estudios, es probable que los robots tengan un impacto negativo significativo solo en ciertos tipos de trabajos. Por ejemplo, a medida que el uso de robots en el trabajo de manufactura y ensamblaje se vuelve más común, estos robots inevitablemente reemplazarán a los trabajadores de fábricas que realizan trabajos monótonos, repetitivos y que generan tensión.

Las industrias no pueden permitirse el lujo de tener varios millones de dólares en máquinas sin usar. Los robots pueden ayudar a las máquinas a continuar con sus tareas rutinarias cuando no estamos trabajando. El mayor tiempo de actividad hace que la producción sea más rentable, también para pequeñas y medianas empresas. Necesitamos producir de forma más fluida e inteligente, así como invertir tiempo y recursos en la actualización.

También debemos preguntarnos qué mecanismos deben existir para que el valor generado por la automatización beneficie a la mayoría de las personas. La distribución de valor y el marco para los negocios y el mercado laboral del mañana es un tema político importante, que debemos discutir tanto a nivel local como global.

En la actualidad, la “robotofobia” reflejada en el colectivo social no ha pasado desapercibida por los gobiernos de todo el mundo. Los pedidos de inversiones en educación para preparar a los trabajadores para los empleos de mañana no son nada nuevo, pero han ganado una un nuevo enfoque aterrizado hacia los robots y su papel en el mercado laboral el cual ha ganado cada vez más atención. Además, en algunos países se están discutiendo nuevas ideas, como el “salario ciudadano”, como una manera de distribuir los beneficios de aumentar la automatización de manera más equitativa en la sociedad. En algunos países, incluso se habla de un impuesto a la “renta” sobre los robots, y los ingresos que estos generan se utilizan supuestamente para proporcionar algún tipo de compensación a los trabajadores humanos que los robots han reemplazado.

El debate actual sobre tasar o no a los robots está completamente mal calculado. Disminuiría la automatización y evitaría muchos avances tecnológicos. También creará un desequilibrio en la competencia entre países con o sin un impuesto por cada robot.

En cambio, debemos ver cómo mantenemos la innovación y la creatividad en todo tipo de industrias. Las empresas y quienes las integran deben discutir cómo se pueden obtener o generar inventores, desarrolladores y usuarios más avanzados de nuevas tecnologías para que las personas y las empresas, junto con los robots, puedan seguir siendo fuertes y competitivos.

Para más información, visita: www.universal-robots.com