La diputada Leticia Mariana Gómez Ordaz, integrante de la Comisión de Salud, sostuvo que el cáncer de mama en nuestro país es alarmante; cada vez más personas mueren por este padecimiento, por lo que es necesario que instituciones públicas, sector privado y sociedad civil unan esfuerzos para dar una respuesta integral a este problema.
Propuso adicionar una fracción XXX al artículo 132 de la Ley Federal de Trabajo, para que sea obligación de los patrones otorgar a sus empleadas un día de licencia al año, con goce de sueldo, para que se realicen estudios de mastografía y ginecología acreditando su realización.
Señaló que, de acuerdo al Programa de Prevención y Control del Cáncer de la Mujer, de la Secretaría de Salud, el cáncer de mama ocupa el primer lugar en incidencia de neoplasias malignas (tumores) en las mujeres, principalmente entre 40 y 59 años de edad.
Refirió que, según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social, esta enfermedad es la primera causa de muerte en dicha institución y la cuarta de mayor gasto, con 3 mil 143 millones de pesos en 2016.
La diputada del PVEM explicó que la mastografía es el principal método utilizado para su detección, por ser el único estudio con imágenes que detecta las descripciones malignas desde los 18 meses hasta cuatro años antes de que la lesión sea clínicamente evidente, quedando claro que la detección oportuna mejora el pronóstico de supervivencia.
Reconoció los esfuerzos de las autoridades de salud, a fin de generar condiciones necesarias para la detección y atención oportuna del cáncer de mama. Existe una creciente cifra de mujeres diagnosticadas con la enfermedad, cuyas posibilidades de supervivencia aumentan significativamente cuando se actúa de manera pronta y se les garantiza un tratamiento adecuado, dijo.
Resaltó la importancia de generar conciencia entre la población sobre acudir periódicamente a realizarse exámenes médicos (mastografía, ultrasonido y resonancia magnética), con el objetivo de detectar a tiempo la presencia de tumores malignos.
Las mujeres afectadas por este padecimiento, indicó, enfrentan consecuencias que además de poner en riesgo su bienestar, afectan significativamente su núcleo social y familiar, pues quienes las rodean también tienen impactos negativos en su estabilidad emocional.
Además, sufren cambios físicos a causa de las terapias para su tratamiento y, en algunas ocasiones, la extirpación de sus glándulas mamarias. Asimismo, los altos costos de su atención médica y el abandono laboral provocado por la necesidad de atenderse, pueden culminar en la pérdida de su empleo.
Lamentó que muchas mujeres, a pesar de contar con la información sobre la importancia de la detección, no acudan a realizarse el estudio y una de las razones es la falta de tiempo, pues acudir al médico, representa una pérdida de la jornada laboral, y con ello el descuento de un día de salario.
Explicó que su iniciativa, suscrita también por integrantes del PVEM y Morena, y remitida a la Comisión de Trabajo y Previsión Social, busca que las mujeres participen plenamente en acciones de prevención.
Gómez Ordaz resaltó que la licencia no representaría una pérdida significativa para el patrón, especialmente si se compara con los enormes beneficios que puede generar para nuestro sistema de salud.