A mayor edad, aumenta el riesgo de cáncer de próstata

0
400

A medida que los hombres envejecen, aumentan los problemas de la próstata, como la hiperplasia prostática benigna (HPB) y el cáncer de próstata, es por ello por lo que médicos del Houston Methodist Hospital enfocan sus esfuerzos e investigaciones más avanzados en prevenir, diagnosticar y tratar las condiciones de esta glándula.

¿Qué es la próstata?
Es una glándula con forma de nuez que se encuentra ubicada debajo de la vejiga del hombre. La uretra, el tubo que lleva la orina desde la vejiga hacia afuera del cuerpo, pasa a través de la próstata hasta el pene. El primer brote de crecimiento de la próstata ocurre en la uretra durante la pubertad. Un segundo brote puede ocurrir alrededor de los 50 años.

Durante este segundo brote de crecimiento, un agrandamiento de la próstata puede bloquear el flujo de orina a través de la uretra similar a una abrazadera alrededor de una manguera de jardín, una condición conocida como agrandamiento de la próstata o hiperplasia prostática benigna (HPB). A medida que la vejiga lucha para pasar la orina a través de la uretra bloqueada, la pared de la vejiga se engrosa, causando síntomas, que incluyen
Mayor frecuencia de micción
Flujo débil
Flujo de arranque y parada
Vaciado incompleto
¿Cómo se diagnostica?
La HPB es común en los hombres de al menos 50 años, pero no todos experimentan síntomas. La mayoría de los casos se pueden tratar mediante cambios en el estilo de vida, medicamentos y, en algunos casos, cirugía.

Las pruebas que identifican las causas de la HPB y los mejores tratamientos incluyen:
Tacto rectal, el cual se recomienda realizar anualmente. El médico inserta un dedo enguantado y lubricado en la parte inferior del recto para palpar la próstata y verificar si hay agrandamiento. Pese a que esta es una prueba fundamental que puede salvar vidas, en México, de acuerdo con expertos, muchos hombres mantienen prejuicios con relación a este procedimiento, respondiendo, en ciertos casos a un machismo mal entendido que sólo produce que la mayoría se diagnostiquen cuando ya es muy tarde.

Prueba de sangre para el antígeno prostático específico, a través de la cual se miden los niveles en sangre del antígeno, una sustancia que produce la próstata. Una mayor cantidad puede indicar cáncer de próstata.

Estudio de flujo de orina, por medio del cual se mide la velocidad del flujo mientras orina en un dispositivo especial. La velocidad lenta podría indicar HPB.

Cistoscopia. Estudio que controla con mayor precisión el tamaño de la próstata y recopila más información sobre la obstrucción. Después de administrarle un anestésico local, su médico insertará un pequeño tubo llamado cistoscopio a través de la abertura de la uretra en el pene. El tubo contiene una lente y una luz que le permiten a su médico ver en la uretra y la vejiga.
Cáncer de próstata en México
Más del 65% de todos los cánceres de próstata se diagnostican en hombres de más de 65 años y supone la primera causa de muerte por cáncer entre la población masculina, con una tasa de mortalidad de siete mil hombres al año y se reportan entre 21 y 25 mil casos nuevos.

Según la Secretaría de Salud actualmente se proyecta que uno de cada siete mexicanos morirá por este padecimiento y diariamente fallecen 15 hombres por su causa.

Los factores de riesgo incluyen:
Tener al menos 65 años.
Antecedentes familiares de cáncer de próstata.
Tener una neoplasia intraepitelial prostática (PIN) de alto grado, o células de la próstata que se ven anormales al microscopio
Tener ciertos cambios en el genoma.