La magistrada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Mónica Aralí Soto Fregoso, aseguró que el federalismo electoral, entendido como la división de competencias entre los ámbitos federal y local y la colaboración de los dos niveles de gobierno, es garantía de una democracia participativa e incluyente.
La magistrada de la Sala Superior señaló que, hoy, cuando prácticamente han concluido la totalidad de los procesos electorales celebrados en el país el pasado 1 de julio, el Instituto Nacional Electoral (INE) y el TEPJF dan cuenta de resultados positivos para el régimen democrático, pues las transiciones se dieron, en lo general, de manera pacífica y bajo los cauces legales.
Al participar en la inauguración del XVIII Curso Interamericano Elecciones y Democracia, Soto Fregoso destacó que, en esa lógica, las autoridades en las entidades federativas también cumplieron su cometido y contribuyeron, desde el ámbito local, en la consolidación de nuestro sistema democrático.
“Bajo esa perspectiva estoy convencida, y así lo afirmo y lo reafirmo, que la democracia se construye desde lo local, pues son esas autoridades quienes en primera instancia conocen el contexto de las controversias o los conflictos que se generan. De esa forma las autoridades electorales federales complementamos las decisiones de las instancias locales”, subrayó.
Asimismo, Soto Fregoso dijo que, si bien la mayoría de las transiciones se dieron pacíficamente, no se puede, ni debe ignorar o invisibilizar los terribles casos de violencia política y, particularmente, de violencia política en razón de género contra candidatas mujeres, por el solo hecho de serlas y querer ejercer sus derechos político-electorales en condiciones igualitarias.
La magistrada de la Sala Superior reconoció las aportaciones sustantivas del Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM) al proceso electoral, entre ellas, mecanismos para facilitar el ejercicio del sufragio a las personas con discapacidad en extremidades superiores, así como motrices y visuales; uso de tecnologías de radiofrecuencia para rastrear los materiales electorales sensibles de los paquetes electorales; así como el inicio de los cómputos desde el mismo día de la jornada electoral, lo que evitó generar un periodo de incertidumbre.
José Thompson, director ejecutivo del Instituto Interamericano de Derechos Humanos (IIDH/CAPEL), refirió que el evento es un foro de análisis, diagnóstico y discusión de los temas más relevantes acerca de los derechos políticos y las elecciones; así como la vigencia y solidez de la democracia en las Américas. Para esta edición, se ha coincidido en la necesidad de convocar una reflexión profunda que permita abordar el tema de las instancias locales como actores claves de la democracia.
Mario Velázquez Miranda, consejero presidente del IECM, resaltó que este curso está fuertemente enfocado en las cuestiones electorales a nivel subnacional. “Ya aquí se ha referido la importancia del trabajo de las autoridades electorales administrativas y jurisdiccionales locales que, desde luego, atendiendo a las características regionales, permiten que los procesos electorales lleguen al fin que todas y todos buscamos, que es la de organizar elecciones que permitan la transición del poder en paz”, dijo.
El magistrado presidente del Tribunal Electoral de la Ciudad de México (TECDMX), Gustavo Anzaldo Hernández, compartió que, ante la falta de confianza de la ciudadanía en los partidos políticos, el gobierno y las instituciones, se debe fortalecer el sistema democrático y prepararse para enfrentar futuros procesos electorales.
El XVIII Curso Interamericano Elecciones y Democracia tiene como objetivo conocer las buenas prácticas de los más de 13 países que participarán en las actividades a realizarse los días 28 y 29 de noviembre en la Ciudad de México.