Ríos serán parte del atractivo turístico del Tren Maya en Tabasco

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Desde Boca del Cerro, punto intermedio entre el Alto y el Bajo Usumacinta, se pretende utilizar uno de los mayores recursos turísticos de Tabasco, sus ríos, usados por los mayas como ruta de transporte y comercio, ante la oportunidad que representará el Tren Maya, señalaron especialistas en turismo.

Ubicado en el municipio de Tenosique, en el extremo oriente de Tabasco y colindante con Guatemala, Boca del Cerro será el punto del río Usumacinta, desde donde despegará el proyecto Ríos Mayas, anunció el secretario de Turismo estatal, José Antonio Nieves Rodríguez.

Río arriba de ese punto se encuentra el Cañón del Usumacinta con tramos de rápidos para ser aprovechados en turismo de aventura, y Río abajo, para conectarse con los municipios de Balancán, Emiliano Zapata, Jonuta y Centla hasta desembocar en el Golfo de México.

El funcionario estatal presentó a los presidentes municipales de la región de Los Ríos el proyecto que, dijo, permitirá denotar el turismo, impulsar y potenciar el desarrollo social y económico de esa zona y de sus pobladores.

Tenosique será uno de los puntos por el cual el Tren Maya hará una parada y se analiza el lugar donde se ubicará la estación, que lo conectará con la ruta de Campeche, Chiapas, Yucatán y Quintana Roo.

Se busca, explicó, en la presentación del proyecto propiciar la integración de los corredores turísticos de la región, a fin de conformar una ruta turística para que los visitantes puedan conocer zonas arqueológicas, ranchos y atractivos de esos municipios.

“Ríos Mayas” impulsará una ruta integrada por siete pequeñas rutas y múltiples micro rutas, con el fin de detonar tres centros logísticos multimodales y distribuidores turísticos ubicados en Tenosique, Frontera, Centla y Villahermosa y al menos otros cinco subcentros.

Nieves Rodríguez indicó que se incentivarán las actividades productivas sustentables, para ofrecer al mundo productos turísticos únicos e innovadores a fin de atraer turistas e inversionistas que generen proyectos nuevos que protejan el ambiente y contribuyan al desarrollo económico de la región.

Tanto el proyecto del Tren Maya, como de Ríos Mayas en el caso de Tabasco, genera expectativas de desarrollo turístico, atractivas para los llamados operadores turísticos.

Elías Vera Aguayo, integrante de la Asociación Mexicana de Especialistas en Turismo (Amdetur) y de los Amigos del Tren Maya, expuso que los esfuerzos por promocionar a Tenosique y proyectos como “Ríos Mayas” es para que el turista entienda ubicación e importancia de la zona.

“El río era la principal vía de comunicación y aquí está el Alto y el Bajo Usumacinta con Panhale (Zona Arqueológica) que es una frontera natural y asediada en la era precolombina por el control de este punto”, refirió.

Por esa razón, comentó que se realizó en Boca del Cerro –donde hay un parador turístico- un Tianguis Prehispánico y muestra gastronómica en el marco del Ritual a la Madre Tierra, en conmemoración a que era un punto de intercambio comercial en el mundo maya.

Además, resaltó que Panhale, en lo alto del Cañón del Usumacinta, se ubica en el centro de las principales zonas mayas como son Palenque, Cakalmul y Tikal, por lo cual es un sitio de simbolismo.

Consideró que la idea de desarrollar “Ríos Mayas” es complementarlo con el Tren Maya por lo cual habrá un mayor desarrollo y alianzas entre operadores turísticos no solo de la región sino con Guatemala.

“Ya recibimos turistas y empieza a haber formalmente una convivencia e interacción de negocios turístico. El Tren Maya pasará por Tenosique y vendrán visitantes por tierra que se subirán al tren y el operador local se está preparando para generar oferta adecuada a la demanda que viene”, puntualizó.

Montar el Tianguis Prehispánico, dijo, es algo que se buscará consolidar en Boca del Cerro por parte de los operadores turísticos para promover el sitio y ofrecer productos artesanales de la región, así como platillos tradicionales de culturas ancestrales.

Entre estos mencionó el Uliche, que puede ser de cualquier ave, preparado por cocineras en la primera muestra gastronómica, así como piezas de arte de pintores y escultores locales, además del espectáculo de luz y sonido para iluminar el Puente de Boca del Cerro, convertido en icono de Tenosique.