Obligan a Jorge Ortiz de Pinedo a firmar contrato engañoso y leonino, acusó

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Denunció el actor Jorge Ortiz de Pinedo que autoridades de la Alcaldía de Álvaro Obregón lo obligaron a firmar un “Acuerdo de Voluntades” para el uso específico y tiempo determinado del Teatro Ignacio López Tarso, del Centro Cultural San Ángel, de forma engañosa y bajo presión, donde aparecen las firmas de Ruth Maricela Silva Andaca, directora general de Cultura, Educación y Deporte en la alcaldía y Jorge Ortiz de Pinedo, representante Legal de Brontes, S.C.

Acusó en entrevista que con la llegada de la actual alcaldesa, Layda Sansores San Román, de extracción morenista, se vio coaccionado para firmar el contrato, de lo contrario no le permitirían presentar su actual puesta en escena ante la prensa, titulada “Atracción Fatal”, el pasado día 20 de octubre de 2018.

Narró que una noche antes de la conferencia, le habló a su casa Antonio del Castillo, asesor jurídico en la demarcación y le dijo que si para el 21 de octubre de 2018 a las 10:00 am (al día siguiente), no estaba firmado “El Acuerdo de Voluntades”, no lo dejarían abrir el recinto para el encuentro con los medios, se tenían convocados a más 100 representantes de la prensa.

Agregó que Ruth Maricela Silva Andaca lo exhortó a firmar dicho acuerdo, con el argumento de que después volverían a firmar otro contrato para permitir que se cumplieran con los compromisos adquiridos de la empresa Brontes S.C., firma que no se cumplió.

Ahora las autoridades de la demarcación le exigen el desalojo del inmueble a más tarde el 7 de febrero de 2019, enviando un requerimiento este viernes 1 de febrero de 2019, a alrededor de las 20:00 horas, al domicilio de la empresa Brontes S.C, ubicada en la colonia Narvarte, en donde solicitan que retiren todos y cada uno de los bienes y/o equipo de su propiedad inventariados en el Anexo B, con fecha límite del 7 de febrero de 2019, dejando muy poco tiempo para retirar las cosas.

Ortiz de Pinedo expuso que en el anexo B, no se incluyó todo lo que él invirtió para la reconstrucción de este recinto cultural, sólo se agregaron unas cosas al azar, sin verificar bien lo que era de su propiedad, para ello cuenta con las facturas correspondientes para comprobar que no todo está en el inventario.

Destacó que habla de reconstrucción porque en su totalidad se tiró el escenario y se puso uno nuevo, se instaló cableado, se cambiaron los baños, se pusieron butacas, alfombras, luces, de nueva cuenta, el lobby tuvo una remodelación total, porque este recinto cultural estaba abandonado por las autoridades anteriores a Eduardo Santillán, ahora diputado del Primer Congreso de la CDMX, con quien acordó realizar esta labor, a cambio también de pagar una renta mensual; en las administraciones posteriores de Leonel Luna y María Antonieta Hidalgo Torres se pudo continuar con este convenio.

Con la reconstrucción todo cambió, se volvió un espacio digno para la ciudadanía, donde además de las actividades relacionadas con este convenio, se continuó con los cursos de idiomas y diversas actividades para los jóvenes, nunca fue para el uso exclusivo de la empresa Brontes como se ha dicho, ello debido a que algunas personas lo han estado difamando, diciendo que él se adueñó del espacio y no permitía que se realizara otra labor distinta a la de la empresa.

Argumentó que firmó el contrato, presionado y pensando que todavía hay gente noble y se iba a poder llegar a un acuerdo para terminar con lo que se ha venido haciendo y poder terminar con lo ya programado, ya que es mucha la inversión y el trabajo por el teatro, nada se programa para de un día para otro.

Ahora no sólo se está tratando de despojar de sus bienes, también se le está dañando física y emocionalmente, dijo, porque su estado de salud se está deteriorando cada vez más por esta infamia por la que está pasando.

Preocupado reconoció que la gente ya se había acostumbrado a las obras puestas en escenas en teatro Ignacio López Tarso, ahora se pretende acabar con esa tradición teatral, además alertó, con lo cual se cerrarían alrededor de 800 fuentes de empleo.

El productor explicó en entrevista que se correrá a más de 800 personas que dependen de este teatro, desde actores, maquillistas, cableros, modistas, cargadores, electricistas, etcétera, los están dejando en la calle.

El actor narró que para evitar la suspensión de las diversas obras de calidad ya programadas, había entregado previamente un plan de trabajo, antes había tratado de hablar con Layda Sansores, quien lo citó el pasado viernes, la alcaldesa le dijo “sí te veo”, después sus colaboradores argumentaron que está muy ocupada y no podía recibirlo. Aseveró que esta actitud demuestra que no hay voluntad política para solucionar este conflicto.

Jorge Ortiz de Pinedo mencionó que el director administrativo, Alberto Esteva Salinas, le llamó y le pidió le contara lo qué estaba pasando, al respecto le explicó que ya tenía un plan para que no lo sacaran de ahí y terminar sus compromisos ya adquiridos, dado que la empresa está adherida al programa federal EFITEATRO (un estímulo fiscal para los contribuyentes del impuesto sobre la renta que otorga el Artículo 190 de la Ley del Impuesto sobre la Renta, con el fin de apoyar a los Proyectos de Inversión en la Producción Teatral Nacional, gestionado a través del INBA), los cuales ya están programados con un año de anterioridad en promedio.

Les propone que le permitan utilizar el espacio por 85 días al año, durante los siguientes tres años (2019, 20 y 21) para presentar sus obras, a cambio está dispuesto a seguir pagando la renta mensual como lo ha venido haciendo y al término del periodo donar todo su equipo de teatro; propuesta que no la han tomado en cuenta.

A punto que su trabajo sea tirado al cesto de la basura, el actor solicitó el apoyo de la comunidad cultural y artística, quienes están muy preocupados por esta situación porque en México no hay teatro, hay poca cultura teatral y están a punto de cerrar una opción más, eso es grave.

Cabe destacar que hoy por la tarde presenta la última función de su obra “Atracción Fatal”, en una total incertidumbre, porque las autoridades de la alcaldía no se le ve una voluntad de solucionar este problema.