Capo, el perro detector de drogas que se jubila tras seis años de servicio

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Capo recorre escuelas públicas de Ecatepec y su olfato husmea en las mochilas de alumnos de secundaria y preparatoria, donde algunas veces detectó rastros de drogas. Sin embargo, pronto tendrá que dejar la casaca de policía por su avanzada edad.

El perro de la raza pastor belga se desempeña desde hace seis años como elemento de la Unidad Canina de la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito de Ecatepec y es uno de sus integrantes más destacados.

Sus manejadores afirman que es un perro normal, pero se convierte en perro policía tan pronto le ponen la casaca de la corporación, que deberá colgar definitivamente en el corto plazo, debido a que cumplió la edad máxima para este tipo de labores.

El animal, de 11 años de edad, posee gran agudeza y vocación en la detección de enervantes, lo que realiza en escuelas públicas de la localidad, en los programas federal “Mochila Segura” y su similar municipal “Mochila Amiga” que se llevan a cabo por instrucciones del alcalde Fernando Vilchis Contreras. También participa en las calles en operativos a bordo del transporte público, en parques y plazas.

Pese a que Capo no cuenta con una certificación que avale la labor que por tantos años ha desempeñado en Ecatepec, es su instinto el que lo distingue.

“Esta tarea, la detección de enervantes, es para la que fue entrenado y en la que se ha enfocado incluso como maestro. Es perro de obediencia básica con temperamento noble, que ha apoyado en la formación de nuevos elementos como Rigoberto y Poli”, relató Jorge Alberto Cruz Luna, jefe de la Unidad Canina y Policía Montada de Ecatepec.

Recordó que desde la llegada de Capo al municipio, en el año 2013, su trayectoria abarca la detección de enervantes en escuelas secundarias, bachilleratos y universidades. Incluso directivos de algunos planteles quisieron brindarle una despedida, por todo el apoyo que ha brindado en la formación de los jóvenes ecatepenses.

Durante un operativo Capo detectó que una mochila contenía estupefacientes. Situación que, a través de los directivos de la escuela, se informó a los padres de los alumnos y que ayudó a que éstos recibieran orientación y atención contra su adicción.

“De no haber estado el binomio presente (el perro y su manejadora), el desenlace hubiera sido otro”, reconoció Cruz Luna.

Por ello es que Capo ha sido requerido para realizar labores en otros municipios del Estado de México, como Tecámac y Temascalapa, donde su desempeño fue favorable, ya que apoyó en la detección de sustancias indebidas en las pertenencias de 10 personas.

Al final del día el juego está por concluir para Capo, pues la ficha que integra sus datos tiene un apartado en el que solicita sea dado de baja.

Capo tendrá que dejar la casaca de policía, debido a que su edad le impide continuar sus labores como efectivo de seguridad. Será en los próximos meses, una vez que sea aprobada su jubilación, que el binomio será puesto en adopción con el apoyo de la asociación Pro-Animal.

“Una vez que Capo esté totalmente retirado, se le llevará a los médicos veterinarios para que sea esterilizado, además de que tendrá que pasar por diversos estudios que dictarán cuál es el entorno adecuado para que el can viva más cómodo. Obviamente se analiza y monitorea a los grupos de familias que quieran adoptar a un elemento canino retirado”, aclaró Cruz Luna.

Para el jefe de la Unidad Canina y la manejadora del animal, Evelia González Rodríguez, Capo dejó huella en la institución, aunque “la salida de uno es la inminente llegada de otro y Rigoberto está preparado, es el segundo mejor perro en la búsqueda de enervantes de Ecatepec”, coincidieron.

La Unidad Canina de Ecatepec está integrada por 14 perros, adiestrados en búsqueda de enervantes, personas y armas.