Tres siglos de fantasía y terror en una compilación literaria
- Desde La llorona hasta el Perro callejero en la Ciudad de México
Norma L. Vázquez Alanís
¿Puede la mente compararse con un museo, con sus salas, vitrinas y fichas de información? El escritor mexicano Guillermo Samperio se atrevió a hacerlo en su delirante texto ‘Bodegón’, incluido en una antología del relato fantástico de la Ciudad de México, que abarca desde el siglo XIX hasta el XXI, en un volumen de 288 páginas que, con el título de ‘Ciudad fantasma’, recopilaron Bernardo Esquinca y Vicente Quirarte para ser publicado por Almadía Ediciones en noviembre de 2017.
Las narraciones, no siempre referidas a fantasmas o aparecidos, incluyen desde la clásica historia de ‘La llorona’ o la calle de ‘Don Juan Manuel’ hasta el cuento de Samperio que tiene como protagonista al lúgubre Museo del Chopo, y pasan por un relato de Carlos Fuentes sobre la emperatriz Carlota y el jardín de una vieja casona en la calle Puente de Alvarado, así como otros de Rafael Pérez Gay, Alberto Chimal, José Emilio Pacheco, Alfonso Reyes, Héctor de Mauleón, Salvador Elizondo, Manuel Payno y Luis González Obregón, entre varios más.
El libro, titulado “Ciudad Fantasma. Relato fantástico de la Ciudad de México (XIX-XXI)” está integrado por 22 narraciones de diversa calidad literaria y un extensísimo prólogo en el cual los encargados de integrar la obra revelan los motivos que los llevaron a concebir este proyecto, cuyo escenario principal fuera la Ciudad de México “como surtidora de tradiciones y leyendas o de sucesos que entran en la categoría de lo extraño, lo siniestro y la incursión en la otredad”.
Se trata, apuntan Esquinca y Quirarte, de una invitación a adentrarse en ‘los más nuevos misterios de México’ (en alusión al proyecto de Ignacio Ramírez y Guillermo Prieto para escribir “Los misterios de México”, inspirados en la obra de Eugenio Sue “Los misterios de París”), esos que desde el pretérito más remoto o en el tiempo actual tienen a la capital mexicana como personaje que actúa con vida propia.
De esta manera el lector puede hallar en este volumen historias sucedidas en el corazón de la Ciudad de México: el Centro Histórico, donde cohabitan vetustas edificaciones novohispanas y esbeltos rascacielos distintivos de la modernidad cosmopolita. El libro, por otra parte, contiene numerosos errores a pesar de que hubo una responsable del cuidado de la edición, Karina Simpson, y que -una paradoja- fue incluido entre los libros obsequiados a los asistentes al ‘Día Internacional de la Corrección de Estilo’ a finales de octubre pasado.
En esta selección literaria sorprende gratamente la narrativa de los autores nacidos en los años 70 y 80 del siglo pasado, porque sus textos son frescos, con argumento y personajes bien estructurados, además de un excelente manejo del lenguaje y de una concepción novedosa del miedo y el suspenso.
Así, podemos citar “La mujer que camina para atrás”, cuento de Chimal narrado en primera persona, donde el protagonista se sugestiona por la historia que le platica su esposa acerca de una aparición sobrenatural en las calles del Centro Histórico, una noche antes del sismo de 1985; su mente comienza a trabajar, al punto de materializar la imagen cuando deambula solitario por callejones oscuros del rumbo y eso lo lleva al borde de la paranoia.
En “Nadie lo verifique”, Gonzalo Soltero juega con el espíritu de la Décima Musa y lo hace aparecer como fantasma dentro de la Universidad del Claustro de Sor Juana para tremendo susto de los empleados que veían el espectro de la monja, mientras que “Noches de asfalto”, de Norma Macías Dávalos, muestra la triste vida, casi siempre nocturna, de los niños de la calle refugiados en sótanos y alcantarillas de la gran urbe… y por si fuera poco su sufrimiento, hay entre ellos un vampiro que se alimenta de su sangre contaminada por el inhalante con que calman el hambre.
Mención aparte merece el relato de Luisa Iglesias Arvide que cierra el volumen; se titula “Perro callejero” y es la emocionante historia de una pareja cuyos integrantes tienen el poder de convertirse en perros y vagar por el Eje Central. Desde el restaurante que la autora llama ‘Miralto’, de la Torre Latinoamericana, y en espera de un gran terremoto vaticinado, la mujer evoca sus días de perro callejero junto a su compañero sentimental, que un día, sin más, saltó por la ventanilla del auto en pleno segundo piso del periférico.
Post Scriptum
Los compiladores de la obra: Vicente Quirarte (Ciudad de México, 1954) es doctor en Literatura Mexicana por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM e investigador del Instituto de Investigaciones Bibliográficas de esa misma institución, así como miembro de la Academia Mexicana de la Lengua; entre los reconocimientos que ha recibido destacan el Premio Nacional de Ensayo ‘José Revueltas’ (1990), el Premio Xavier Villaurrutia (1991) y el Premio Iberoamericano de Poesía ‘Ramón López Velarde’ (2011). Y Bernardo Esquinca (Guadalajara, Jalisco, 1972) es un escritor cuya narrativa se distingue por fusionar lo sobrenatural con lo policiaco; ha publicado “La trilogía del terror” y la “Saga Casasola”.