Petición de AMLO desata orgullo patrio e insultos racistas en España

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“En lugar de pedir perdón, los mexicanos tendrían que darnos las gracias por descubrirlos y civilizarlos”; es una petición “anacrónica” propia de un “sinvergüenza y un imbécil”; es un reclamo fruto de una “ignorancia escandalosa” y del “cinismo de un populista sin escrúpulos”; practicaron “sacrificios humanos”, primero se tendría que “obligar a los aztecas a pedir perdón a los tlaxcaltecas”….

Esta es sólo una muestra de la catarata de reacciones que ha provocado la petición del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para que el Reino de España pida perdón por los agravios a los pueblos originarios durante el periodo histórico de la Conquista.

En España floreció el “orgullo patrio” y, lejos de reconocer los excesos y agravios que se perpetraron durante el periodo de la Conquista, la mayoría de los dirigentes políticos y de los medios de comunicación y sus principales líderes de opinión salieron en tromba para reivindicar los siglos de colonización e incluso pedir al pueblo y al gobierno de México que dé las gracias al Estado español por haberles “civilizado”.

Ha habido insultos, argumentos xenófobos y racistas y un sinfín de afirmaciones supremacistas que han inundado las redes sociales.

De los primeros en hablar fue el escritor Arturo Pérez Reverte, que llamó “imbécil” y “sinvergüenza” al presidente mexicano. Sólo algunas voces aisladas, como las del líder de Izquierda Unida, Alberto Garzón o una diputada de Podemos, Ione Belarra, o la de algunos líderes de la izquierda separatista vasca, como Joseba Permanch, han encontrado en la iniciativa de López Obrador una buena ocasión para la reconciliación entre los pueblos.

Los más exaltados en sus reacciones a la propuesta del mandatario mexicano fueron los dirigentes políticos de la derecha española, que ahora se ha fragmentado en tres partidos: el Partido Popular (PP), una de las formaciones políticas más corruptas de Europa; el emergente Ciudadanos, que en su primer acuerdo de gobierno autonómico firmó una alianza con la extrema derecha; y finalmente Vox, un nuevo agente político que defiende ideas xenófobas, misóginas, supremacistas y que también tiene dirigentes que dudan del Holocausto nazi y son partidarios de “curar” la homosexualidad con “terapias de choque”.

El líder nacional y candidato del PP a las próximas elecciones generales, Pablo Casado, afirmó que son unas “declaraciones inadmisibles, de una ignorancia escandalosa y que no vamos admitir”. Incluso dijo que había solicitado al presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, que “le diga a ese gobierno izquierdista que España no acepta difamaciones”.

El propio Casado, en un acto en octubre del año pasado, fue muy criticado por su visión de este periodo histórico, al afirmar en un foro que “ningún país, como España, ha hecho tanto por la humanidad, ya que ninguna puede decir que ha descubierto un nuevo mundo”.

El número dos del PP en la candidatura por Madrid, Adolfo Suárez Illana -hijo del homónimo ex presidente español- fue más allá y afirmó que tendrían que “ser los mexicanos los que nos den las gracias por muchas de las cosas que hicimos ahí, como fundar escuelas y no como hicieron otros países con sus colonias, como Bélgica en el Congo o los ingleses en Estados Unidos. Que busquen a los indígenas de Estados Unidos hoy en día, no existen”.

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, calificó de “ofensa intolerable al pueblo español” y añadió que con este tipo de cartas “se demuestra” cómo “actúa el populismo: falseando la historia y buscando el enfrentamiento”.

El europarlamentario del PP, Esteban González Pons, aseguró que “da vergüerza que el presidente de México condene a Colón y apoye al tirano chavista. Así que le exijo que pida perdón por no defender a Venezuela y a Juan Guaidó”.

El diputado del PP Rafael Hernando también se sumó a la retahíla de insultos y descalificaciones: “Habrá que recordarle a este Sr. que los españoles fuimos allí y acabamos con el poder de tribus que asesinaban con crueldad y saña a sus vecinos, y que por eso, unos pocos ayudados por los que eran perseguidos y esclavizados, se conquistó y civilizó esa tierra. Que estudie un poco. ¡Anda ya!”.

Desde Vox, la formación emergente de extrema derecha, su líder, Santiago Abascal, hizo público un mensaje en las redes sociales en el que aseguró que “López Obrador, México y toda América deberían agradecer a los españoles que llevaran la civilización y pusieran fin al reinado del terror y la barbarie al que estaban sometidos. Nada más que decir. España dejó Nueva España como un territorio rico y próspero”. Y añadió que “López Obrador, contagiado de socialismo indigenista, no entiende que al pedir reparaciones a España en realidad está insultando a México”.

Otro líder de Vox, Iván Vélez, añadió que “la realidad que se vivía en aquellas tierras, ahora convertida en una nación política llamada Estados Unidos Mexicanos, era la de un pueblo muy violento, muy exigente de tributos, como pieles de jaguar, pero también de individuos, que eran sacrificados. Por eso esa petición no tiene sentido y me parece lamentable”.

A los insultos y ataques también se sumaron algunos destacados periodistas españoles, entre ellos el columnista del diario conservador ABC Salvador Sostres, quien escribió: “En el caso concreto de México, que les descubrimos, es además un despropósito pretender estas disculpas. Más bien tendrían que disculparse los sucesivos gobiernos mexicanos por haber sido tan corruptos, tan necios y tan zafios, y por haber gestionado de un modo tan mediocre la Civilización que les entregamos”.

Y añade: “Incorporamos a México a la Civilización, le dimos el idioma, nos mezclamos con ellos -cosa que los ingleses puritanos no hicieron, confinando a los indios en las reservas- y les alejamos para siempre del atraso tribal, que no conduce a nada bueno. Y lo más importante: les dimos a Dios. Son patéticos los intentos, sostenidos en el tiempo, de criminalizar a España por ello, y es absurdo convertir la gloria del Descubrimiento en un acontecimiento de vergüenza ajena”.

Y además advierte: “España no puede dejarse robar la Historia ni por independentistas, ni por podemitas, ni por corruptos gobernantes tercermundistas que por ignorancia o por tratar de disimular su ineptitud tratan de subvertir el orden natural de las cosas… El mayor reto histórico de México es llegar algún día a estar a la altura de todo con lo que la Madre Patria os ofrendamos, queridos hijos nuestros”.

Voces a favor
Entre las pocas voces a favor de la iniciativa de López Obrador destacó la de la diputada de Unidas Podemos, Ione Bellara, que fijó la postura de su partido: “López Obrador es el digno Presidente de México. Tiene mucha razón en exigirle al Rey que pida perdón por los abusos en la “Conquista”. Si Gobierna Podemos habrá un proceso de recuperación de la memoria democrática y colonial que restaure a las víctimas”.

En términos similares se expresó el líder de Izquierda Unida, Alberto Garzón, quien se preguntó si la filtración de la carta “no será fruto de una Casa Real irresponsablemente nacionalista”.

El líder vasco Joseba Permanch, de EH-Bildu, afirmó que “López Obrador ha pedido al Rey de España que se disculpe por la conquista de México hace 500 años. Considero lógica la petición y creo, además, que los vascos también nos debiéramos de disculpar ya que fueron muchos los vascos que participaron en lo que sin duda fue un genocidio”.

En el pasado también algunos líderes de izquierda han expresado su postura sobre un tema que provocó reacciones airadas en España, como la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, quien con motivo de la fiesta nacional del 12 de octubre aseguró que le parecía “una vergüenza que se celebre el genocidio”. O el alcalde de Cádiz, José María González, de Podemos, quien advirtió también hace un par de años que “nunca descubrimos América, masacramos y sometimos un continente y sus culturas en nombre de Dios. Así que no hay nada que celebrar”