Inversionistas no quitan ‘el dedo del renglón’ y siguen apostando por Pemex

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Los verdaderos creyentes en Petróleos Mexicanos (Pemex) están generando un repunte de sus bonos, ya que consideran que el apoyo del gobierno a la petrolera mexicana en última instancia proporcionará un respaldo ante cualquier problema.

Inversionistas como MetLife, Pictet y SMBC Nikko Securities señalan que los bonos de Pemex fueron castigados excesivamente el año pasado debido a la inquietud de que el Gobierno no esté haciendo lo suficiente para resolver los problemas de la compañía.

El desafío del desplome de la producción dados los 108 mil millones de dólares de deuda y los impuestos altos con los que debe lidiar la petrolera son reales, pero los optimistas sostienen que sus rendimientos no deberían estar muy por encima de las notas soberanas.

“Lo irónico de Pemex es que cuanto peor se deteriora el perfil crediticio, más se convierte en un crédito soberano”, comentó Roger Horn, estratega sénior de mercados emergentes de Nikko Securities America en Nueva York que viajará a México con un grupo de inversionistas la próxima semana en búsqueda de oportunidades.

Los bonos de referencia de Pemex con vencimiento en 2027 obtuvieron un rendimiento de 4.1 por ciento el mes pasado, casi tres veces el promedio de un índice Bloomberg Barclays de notas de gobierno y cuasi-soberanas de mercados emergentes.

El rendimiento adicional que pagan los bonos por encima de instrumentos de vencimiento similar del Gobierno ha caído a 2.5 puntos porcentuales, aún cerca de 50 puntos base sobre el promedio del año pasado, pero inferior a los 2.95 puntos porcentuales de principios de enero.

El margen es de hasta 5 puntos porcentuales en el caso de algunos bonos denominados en euros y en pesos.

La petrolera había sufrido en los mercados de bonos en los últimos meses, puesto que algunos analistas e inversionistas empezaron a creer que sus problemas son tan grandes que que ni el respaldo del gobierno era suficiente para tranquilizarlos.

En general, las notas de empresas estatales, conocidas como cuasi-soberanas, se consideran menos riesgosas debido al respaldo gubernamental.

De acuerdo con Jaimin Patel, analista de Bloomberg Intelligence, la calificación crediticia de la compañía podría estar ocho niveles más abajo sin la ayuda del gobierno.

Guido Chamorro, que administra 4 mil 500 millones de dólares en activos como codirector de deuda en moneda dura de mercados emergentes de Pictet, recientemente aumentó sus tenencias de bonos a 2027 de Pemex, según datos recabados por Bloomberg.

Chamorro afirma que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, hará lo que sea necesario para mejorar la situación de la compañía. Está a la espera de una baja de calificación (S&P Global Ratings y Fitch Ratings han dicho que podrían reducir la calificación de grado de inversión de la petrolera) porque una caída de los precios podría ser una oportunidad para comprar más.

“Pemex aún gana dinero, solo que no tiene permitido mantenerlo”, planteó Chamorro desde Londres, lamentando la alta carga impositiva de la compañía. Sin embargo, “el default no es un problema en el futuro previsible”.

Fitch redujo la calificación de Pemex en dos escalafones a principios de este año a ‘BBB-‘, el grado de inversión más bajo. Moody’s tiene a Pemex al mismo nivel, mientras que S&P la ubica dos niveles más arriba, en ‘BBB+’.

Los departamentos de prensa de Pemex y la Secretaría de Hacienda no respondieron de inmediato a una solicitud de comentarios.