Poco antes de las 15:00 horas, el sonido de las trompetas emitido por los representantes de los romanos dio comienzo a la segunda parte del recorrido de la 176 representación de Semana Santa.
La calle Aztecas en la alcaldía de Iztapalapa, al oriente de la Ciudad de México, estaba plagada de sombrillas y gente con celular a mano alzada para captar el momento justo en el que Antonio Reyes, quien interpretó a Jesús este año, pasara por la calle.
Pocos minutos después de las 15:00 horas, en la calle Ayuntamiento, ocurrió la primera caída de Jesús, cuando el romano Ciro se burla de él, ante un tumulto de fieles iztapalapenses y foráneos que desde temprano esperaban conmemorar la representación.
Con el paso de los caballos algunos niños elevaban gritos de alegría, pero otros entraban en llanto por el susto, el ruido y el gentío.
Entre el olor a manzanilla que algunas parroquias habían repartido y las heces de los caballos, en la calle Cuauhtémoc el Jesús vivió su segunda caída y encuentro con Darinka, interpretando a María la Virgen.
Luego, en esa misma calle pero esquina con Lerdo, los asistentes miraron con atención la tercera caída y su encuentro con Samuel de Belibeth, mientras el contingente era protegido por un amplio cinturón de seguridad.
Aunque la gente miraba la procesión conmovida, algunos aprovecharon para sostener un pequeño enfrentamiento; se arrojaron botellas de agua y basura, pero los policías lograron disuadirlos.
A diferencia del jueves, cuando se alcanzaron los 30 grados de temperatura, este viernes, cuando poco después de las 16:00 horas Antonio Reyes actuó la muerte de Jesús, se percibieron unos 18 grados centígrados y como cada año las nubes taparon el sol dando un poco de paz y sombra a los asistentes.
Poco antes de las 17:00 horas, ante la mirada de miles de personas, concluyó esta 176 edición de una tradición que empezó en 1833 para pedir por la salud de los iztapalapenses que por esos años enfrentaron una epidemia de cólera y que prometieron que si mejoraba la salud del pueblo realizarían la Representación cada año.
De manera formal la primera fue en 1843. Este viernes, de acuerdo con información de la alcaldía Iztapalapa, se contabilizaron unos dos millones 300 mil asistentes.
El secretario del Consejo Directivo del Comité Organizador de Semana Santa en Iztapalapa, Jaime Cabello, explicó que 174 personas en esta puesta en escena tuvieron un parlamento, sumadas a otras 550 entre romanos, voluntarios y nazarenos.
Así, en total, el jueves y el viernes, cuando participa la totalidad del elenco, actuaron unas cinco mil 200 personas.
La representación comenzó el Domingo de Ramos con diversos pasajes bíblicos para continuar el lunes con la resurrección de Lázaro y la multiplicación de los panes.
El jueves se presentó la representación de la última cena, el primer concilio, cuando Judas ofrece a Jesús, y la aparición; el viernes se representó el juicio y la crucifixión; el sábado se recrea la resurrección.