El Día Internacional de la Danza reunió coreógrafos, maestros, alumnos y público en el Centro Cultural del Bosque

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  • Celebración basada en la dignidad, la diversidad, la alegría y el compromiso hacia la danza
  • La Plaza Ángel Salas recibió a 13 agrupaciones

Palabras de la bailarina egipcia Karima Mansour, a quien correspondió el mensaje del Día Internacional de la Danza 2019, se escucharon al aire libre, en voz de las maestras Cora Flores y Lourdes Lecona, quienes, ante un público conformado por artistas, estudiantes y amantes de este arte, se reunieron en la Plaza Ángel Salas, donde bailarina y coreógrafa abrieron las actividades de la celebración del arte de Terpsícore en el Centro Cultural del Bosque, este lunes 29 de abril desde las 10 de la mañana.

“La danza es donde la cultura se comparte y las fronteras caen en el espacio de la inclusión y la unidad, a través del lenguaje tácito de la universalidad. El cuerpo es un instrumento de expresión, un recipiente para nuestra voz, nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, nuestra historia, nuestro ser y existencia, nuestro anhelo de expresar y conectar lo que se manifiesta a través del movimiento”, decía el mensaje.

Desde el inicio las gradas previstas para los asistentes ya habían sido ocupadas a su máxima capacidad. Personalidades del arte del movimiento, coreógrafos, bailarines, alumnos, maestros, padres de familia y público en general esperaban con paciencia el inicio de la gran fiesta que ofreció un amplio panorama de los diversos géneros, desde danza contemporánea y clásica, hasta folclórica y flamenco, entre otros estilos. 

Durante el acto inaugural, la Directora General del INBAL, Dra. Lucina Jiménez, afirmó que la fiesta de la danza se retoma celebrando primero en casa y con aquellas personas que han decidido que la danza sea su camino y con maestros que han decidido acompañar ese sueño para hacer realidad, no solo una generación futura, sino también una realidad presente.

“La danza es el principio de la humanidad, que nace con cuerpos, con emociones, con deseos y posibilidades de construir universos en movimiento, escrituras en el espacio y maneras de habitar los cuerpos, de tal suerte que estamos hablando de una de las tradiciones artísticas más importantes que moldean a la humanidad.”

La verbena dancística comenzó con la presentación de los alumnos de las diversas Escuelas Superiores de Danza del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), quienes ofrecieron múltiples programas coreográficos, muestra de los avances que han tenido en las aulas, en las que la expresión técnica y corporal aunadas al desarrollo técnico y artístico son principios básicos para presentarse ante el público.

La Academia de la Danza Mexicana (ADM) presentó las obras Las brujas, Ixcamul, Variación de Kitri del ballet Don Quijote, Variación de las perlas y ballet El pequeño caballo jorobado, entre otras piezas que permitieron mostrar la diversidad de lenguajes y temáticas que aborda actualmente la danza; seguida de la Escuela Nacional de Danza Nellie y Gloria Campobello (ENDNGC), institución que ofreció Otoño en el olvido, Rufina en la memoria y Metáfora de lo precioso… la flor con las que dio muestra de las habilidades y capacidades interpretativas de sus alumnos de danza española, contemporánea y folclórica.

La Escuela Nacional de Danza Folklórica (ENDF) se unió a la fiesta rememorando nuestras tradiciones, costumbres y bailes regionales, a través de piezas como Sones y chilenas de Pinotepa Nacional del estado de Oaxaca, y Sones huastecos y veracruzanos. El zapateado característico de dichas regiones, aunado a la belleza de los trajes típicos, lució en todo su esplendor para mostrar la grandeza de nuestras raíces.  

La titular del INBAL resaltó la importancia de que en la celebración dancística estén presentes alumnos, maestros, investigadores y personas que se han dedicado en alma y vida a la gestión de la danza: “Sabemos que ponen su corazón y sus granitos, no de arena, sino de pensamientos y de ideas para abrir mayor cauce a esta disciplina. Hagamos una celebración basada en la dignidad, la diversidad, en la alegría y en el compromiso hacia la danza.

“La danza es vital para reconocer nuestras diversidades, porque nuestras emociones son diversas y porque las tradiciones culturales de donde se nutren nuestras danzas son diversas, por eso estamos contentos de celebrar todas las vertientes de la danza que plantean nuestras escuelas”, agregó.

En su momento, Nina Serratos, coordinadora nacional de Danza, afirmó que la danza genera comunidad. “Estoy agradecida por esta oportunidad de celebrar este gran día con tanto amor. Sin ustedes no sería posible lo que está sucediendo en este momento; ustedes son el presente y el futuro. Estamos aquí para bailar que el día es largo”, dijo.

Interpretan Todos los niños del mundo

Para finalizar la primera parte de la celebración, la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea (ENDCC) presentó el programa Todos los niños del mundo, en el que los alumnos de segundo grado de la Licenciatura en Danza contemporánea manifestaron las inquietudes y derechos de los niños con una muestra de dinamismo, expresión dancística y agilidad corporal.

El creador de dicha coreografía, Francisco Illescas, comentó que se trató del remontaje de una obra creada hace tres años con datos duros que fueron investigados por los propios alumnos. “Fue hecha en un tono urgente para dar respuesta inmediata a la actual problemática”.

La maestra Cora Flores señaló que el Día Internacional de la Danza es una gran fiesta. “La danza ha sido mi vida completa y se la debo a los maestros que tuve, como Felipe Segura. La danza da muchas gratificaciones y expresar con el cuerpo lo que se siente es maravilloso”.

La coreógrafa Solange Lebourges dijo que el Día Internacional de la Danza es un festejo a nivel mundial y una forma de compartir la primera forma de arte del ser humano. “Ojalá continúe celebrándose en todo el país, porque la danza es un arte que da libertad, capacidad de expresión, sentido de lo estético y de comunidad”, puntualizó.