El fenómeno natural El Niño será uno de los factores en la generación de más incendios forestales este año, advirtió la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), aunque en términos reales las cifras van a la baja.
De enero al 7 de mayo de 2019, se han registrado 3 mil 923 incendios forestales –uno cada 46 minutos, alrededor de 30 diarios–, los cuales han afectado 118 mil 481 hectáreas en 30 estados del país.
El Estado de México lidera en este tipo de incendios con mil 69, le sigue Michoacán con 429, la Ciudad de México, con 414; Tlaxcala, con 262 y, por último, Puebla con 249 registros.
En los últimos cuatro últimos días, en territorio mexiquense se registraron dos incendios forestales en la sierra de Valle de Bravo y otro en el municipio de Atizapán.
En ese mismo lapso, pero de 2018, los registros eran de 4 mil 437 incendios en todo el país, 11.58 por ciento más que este año. El Edomex sumó mil 152 casos, le siguió Michoacán, con 495; la CDMX con 487; Puebla con 296 y Tlaxcala con 237 casos.
De acuerdo con la Conafor (Comisión Nacional Forestal), 0.4 por ciento de los incendios forestales que se han suscitado en el año se deben a causas naturales, mientras que 90 por ciento los propicia el hombre.
En este año, la mayoría de los siniestros han sido intencionales (30 por ciento), seguido por actividades agrícolas (22 por ciento) y en tercer lugar las fogatas (12 por ciento).
La Conanp explica que el incremento de la temperatura y una atmósfera más cálida tienen como resultado el aumento en la intensidad y frecuencia de fenómenos meteorológicos.
En este año, en México existen 129 mil 988 brigadistas que participan en las labores de mitigación de incendios, los cuales están repartidos en autoridades de los tres niveles de gobierno así como voluntarios.
El doctor Daniel Piñero, del Instituto de Ecología de la UNAM, dijo que ante este tipo de deforestación es necesaria la creación de políticas públicas más robustas que fomenten una regeneración continua de los bosques del país.
Agregó que el problema, aunado a la tala clandestina de árboles, generaría afectaciones medioambientales en las urbes, sobre todo en la zona centro que es donde mayores incendios se generan al año.