El jefe de la División de Obstetricia del Hospital de Ginecoobstetricia del IMSS en Jalisco, Julio César Cárdenas Valdéz, resaltó la importancia de prevenir y diagnosticar con oportunidad embarazos de alto riesgo.
Explicó que se considera de alto riesgo aquel embarazo donde la paciente presenta antecedentes que pudieran complicar el desarrollo o evolución del mismo, en aquellas embarazadas que cuentan con una enfermedad agregada desde el inicio o en el transcurso de la etapa gestacional.
Señaló que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, brinda atención especializada a la mujer embarazada tanto con fines preventivos con el servicio de consulta preconcepcional, como en el caso de embarazos considerados de alto riesgo.
Resaltó que los factores de riesgo en el embarazo pueden ser diversos, desde la edad de la paciente, su condición socioeconómica que pueden condicionar una adecuada nutrición, cuidados o seguimiento, el tipo de trabajo o actividad que realiza la mujer embarazada.
Asimismo, dijo, antecedentes médicos como número de embarazos anteriores y su evolución, además de riesgos obstétricos como presencia de preclampsia, diabetes o hipertensión y aspectos como estabilidad emocional.
“Es muy importante el aspecto mental y emocional de la mujer, el saber si el embarazo fue planeado o deseado, porque si se trata de una situación puede existir algún riesgo durante el desarrollo del mismo como la depresión, o en la desnutrición o en falta de apego al tratamiento”, subrayó.
El experto del Instituto Mexicano del Seguro Social añadió que una vez que concluye el parto o la cesárea, el seguimiento médico tanto para la mamá como para su bebé continúa en el hospital.
“Nosotros somos un hospital que vemos por dos seres humanos al mismo tiempo, damos el seguimiento a ambos, recordemos que somos Hospital Amigo y cuando nace el bebé pasa directamente con la mamá si las condiciones lo permiten y fomentamos el apego y la lactancia materna con énfasis, día día estamos insistiendo más con ello”, agregó.
Aseguró que cuando la mamá y su bebé tienen oportunidad de estar en alojamiento conjunto se facilitan dos estrategias para fortalecer el vínculo entre ambos como el apego inmediato, el programa mamá canguro y la alimentación exclusiva con leche materna.
Tras el parto, la mujer es citada a las cuatro o máximo seis semanas, para vigilar su recuperación, primordialmente en servicios como Endocrinología y Cardiología. Además, previo y posterior al parto, se le ofrece a la mujer un método anticonceptivo ya sea provisional si desea espaciar sus embarazos o bien definitivo, si su maternidad está satisfecha.
Explicó que hasta un 80 por ciento de las pacientes aceptan de inmediato el uso de un método anticonceptivo, mientras alrededor del 40 por ciento lo obtienen en otras visitas de seguimiento.
El Hospital de Ginecoobstetricia del IMSS brindó 11 mil consultas por embarazo de alto riesgo en el 2018, de las cuales alrededor de dos mil 800 fueron de primera vez. En promedio, en este nosocomio se brindan entre 55 y 60 atenciones diarias por este motivo.