El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) redujo su pronóstico de crecimiento económico para este año a 1.4 por ciento, luego de haberlo mantenido tres meses consecutivos en 1.5 por ciento, y dejó en 1.8 por ciento su estimado para 2020 por tercera ocasión consecutiva.
El presidente del IMEF, Fernando López Macari, explicó que el ajuste a la baja para este año obedece a que el crecimiento económico del primer trimestre mostró la moderación propia del primer año de gobierno, a lo que hay que añadir los choques transitorios en los primeros meses de 2019.
Con cifras ajustadas por estacionalidad, la actividad económica se contrajo 0.2 por ciento en el primer trimestre de 2019 respecto al trimestre previo, considerablemente por debajo avance previsto por el mercado de 0.3 por ciento, prácticamente borrando el avance del cuarto trimestre del año pasado.
En la rueda de prensa mensual del organismo, recordó que este resultado se dio en un entorno de alta incertidumbre, en particular por los choques transitorios en los primeros dos meses, como retrasos en la distribución de combustibles y bloqueos a vías férreas, entre otros.
Hacia delante, anticipó, factores tanto nacionales como globales podrían continuar afectando la actividad, al menos en el segundo trimestre del presente año.
Entre los primeros destacan los retrasos del cruce de mercancías en la frontera norte debido al cambio de políticas migratorias en Estados Unidos, las cuales de acuerdo con diversos reportes han tenido un impacto significativo.
Estos retrasos se dieron a conocer el 29 de marzo y se extendieron al menos al cierre de abril, mencionó el dirigente de los ejecutivos de finanzas.
Adicionalmente, apuntó, las noticias negativas en materia comercial, como los desacuerdos entre China y Estados Unidos, implican una perspectiva más adversa para el crecimiento a nivel global.
López Macari resaltó la importancia que tiene la economía mundial en el crecimiento de México y, particularmente la de Estados Unidos que ya lleva 10 años, creciendo cuando tradicionalmente después de cinco años se presentaba una recesión.