El sector privado advirtió que si bien México enfrenta un entorno económico difícil y sin tener señales de un repunte importante durante los siguientes meses, éste será aún más complejo con la incertidumbre que traerá el avance de los compromisos adquiridos con Estados Unidos para evitar la imposición de aranceles.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) señaló que la evolución general de los indicadores económicos confirma el debilitamiento de la actividad productiva del país, lo que aleja la posibilidad de alcanzar la meta de crecer 2.0 por ciento en 2019 y 4.0 por ciento durante todo el sexenio.
Apuntó que en abril se registró una tendencia a la baja del financiamiento al consumo, a la vivienda y a las ventas de automóviles, debido al bajo ritmo de crecimiento de la economía y las elevadas tasas de interés.
Sin embargo, la preocupación se centra ahora en el fortalecimiento del ambiente de incertidumbre como consecuencia de los efectos acumulados de diversas decisiones de las autoridades y, en consecuencia, han llevado a un constante deterioro de la confianza.
Ello es resultado de la precaria situación financiera de Petróleos Mexicanos (Pemex) y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), lo que dio pie a reducciones de su calificación crediticia y de la perspectiva de la deuda soberana, apuntó el organismo privado en su reporte semanal.
Esa inquietud también obedece a la creciente asignación de recursos a programas sociales y subsidios sin reglas de operación que pueden llevar a un uso discrecional de recursos y en detrimento de programas con una mayor rentabilidad social y económica.
Pero el entorno se complicará más durante los próximos meses, estimó, cuando deberán vigilarse los compromisos que fueron asumidos con el gobierno estadounidense para suspender indefinidamente la aplicación de aranceles.
El acuerdo establece un periodo de 90 días para “cumplir con los compromisos” y 45 días para hacer una “primera evaluación” de los avances de las medidas.
“Ello abre necesariamente un nuevo periodo de incertidumbre, ya que no queda claro cómo se evaluarán los avances y el cumplimiento de los compromisos”, expuso el organismo del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
Uno de los principales compromisos es instrumentar “medidas enérgicas” para reducir los flujos de migración provenientes de la frontera sur de México, lo que permitirá evitar tener una política arancelaria más agresiva de no cumplirse durante el tiempo acordado, añadió.
En días pasados, la secretaria de Economía, Graciela Márquez Colín, afirmó que el país estará listo para responder con una lista de aranceles de represalia si Estados Unidos aplica unilateralmente tarifas a los bienes mexicanos.
Durante una comparecencia en el Senado, la funcionaria sostuvo que México también iniciaría procedimientos de defensa bilaterales y multilaterales bajo las normas del aún vigente Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y de la Organización Mundial del Comercio (OMC).