Carlos Ravelo Galindo, afirma:
Sí, hablemos de Vinos, en mayúscula. Y borrachos. Para no tocar las Leyes y políticos. Al fin y al cabo que su identidad es, no caprichosa, sino similar. Al concluir ustedes dirán: cuánta razón tiene esta réplica, sobre todo de las oficinas de gobierno. Conste que no hay alusión a persona alguna. Aunque debiéramos hacerlo.
En un almacén de vinos, el catador había fallecido y el director comenzó a buscar alguien que hiciera el trabajo.
Un viejo borracho y sucio se presentó para solicitar la posición.
El director se preguntaba cómo podía deshacerse de él.
Le dieron una copa de vino para que lo tomara.
El borracho lo probó y dijo:
Es un Moscatel de tres años, elaborado con uvas cosechadas en la parte norte de la región, madurado en un barril de acero. Es de baja calidad pero aceptable. –
“Correcto”, dijo el jefe.
“Otra copa por favor.”
– Es un cabernet, de 8 años, cosechado en las montañas al sur de la región, madurado en barril de roble Americano a ocho grados de temperatura. Le falta aún tres años más para que alcance su más alta calidad.
– Absolutamente correcto.
“Una tercera copa.”
–Es un champagne elaborado con uvas pinot blanc de alta calidad y exclusivas, dijo calmadamente el borracho.
El director no lo podía creer. Le hizo un guiño de ojos a su secretaria para sugerirle algo.
Ella salió de la habitación y regresó con una copa con orines.
El “borracho” lo prueba.
–Es una rubia de 26 años de edad, con tres meses de embarazo y si no me dan el puesto, digo quién es el padre.