Grupo México continúa expuesto a riesgos ambientales y sociales: S&P

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Hace algunos días, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) ordenó el cierre parcial y temporal de las instalaciones de Grupo México S.A.B. de C.V. (GMX: BBB+/Estable/–) en Guaymas tras el derrame de alrededor de 3,000 litros de ácido sulfúrico en el Mar de Cortés, en el Estado de Sonora.

La empresa rápidamente tomó las medidas necesarias para controlar el impacto, y, de acuerdo con GMX, aún no se reportan daños sociales ni ambientales.

Sin embargo, el accidente es otro evento que genera inquietudes con respecto a los riesgos ambientales, sociales y de gobernabilidad (ESG, por sus siglas en inglés) que la empresa afronta.

Aunque, actualmente, no prevemos un impacto significativo en la calidad crediticia de GMX, seguiremos de cerca la resolución y el potencial impacto de este evento, una vez que haya más claridad y certeza sobre la decisión del gobierno con respecto a las operaciones de las instalaciones de GMX en Guaymas.

En el pasado, GMX ha afrontado diversos incidentes ambientales y tensiones sociales que han dado como resultado pérdidas fatales de mineros, retrasos en los proyectos, multas, y costos por saneamiento, aunque sin un impacto significativo en sus operaciones e indicadores crediticios.

Sin embargo, consideramos que los riesgos ambientales y sociales están tomando mayor relevancia para la calidad crediticia de GMX. Esto debido a que el gobierno podría realizar investigaciones adicionales a las operaciones de la empresa con mayor escrutinio para determinar si sus actividades tienen un impacto negativo en los factores ambientales y sociales.

Por lo tanto, hay riesgos externos de medidas extraordinarias que el gobierno podría aplicar, incluyendo multas, el cierre parcial o la suspensión de concesiones de la empresa.

Aunque estos riesgos no forman parte de nuestro escenario base, si se materializan, podrían afectar la trayectoria de los ingresos y del EBITDA de GMX, su flujo de efectivo, indicadores crediticios y, en última instancia, su calidad crediticia.

Por lo tanto, consideramos que la exposición de GMX a estos riesgos, así como las acciones para mitigarlos, podrían tener mayor importancia en la posición competitiva de la empresa en el mediano a largo plazo.

Aunque consideramos que es poco probable que estos riesgos tengan un impacto significativo inmediato en las calificaciones de GMX, debido a que forman parte de procedimientos usuales para las empresas que operan en el sector de minería y metales, su importancia está aumentando en línea con la creciente atención de los reguladores y de los inversionistas sobre estos factores con respecto a los activos en los que se invierte conforme a las estrategias relacionadas con ESG.

El consejo directivo y la administración de GMX no son ajenos a los riesgos ambientales y sociales, por lo que han hecho inversiones por alrededor de US$950 millones en los últimos dos años, que incluyen temas de salud y seguridad para crear condiciones más seguras para las partes interesadas y las comunidades locales donde opera.

Mantenemos nuestra evaluación de la administración y gobierno corporativo de GMX como razonable, con base, principalmente, en los incidentes que afrontó en el pasado, al tiempo que continua y ejecuta sus operaciones.