Los mexicanos somos una de las nacionalidades con los hábitos de higiene más arraigados: nos damos un promedio de ocho baños con shampoo a la semana, según el estudio realizado por una agencia internacional de tendencias de mercado. La estadística indica que en general los hombres se bañan con mayor frecuencia que las mujeres.
“La ducha es tan sólo una de las actividades que realizan los hombres en el baño, donde también acuden al llamado de la naturaleza, se rasuran, duermen, leen y en general utilizan para desconectarse del mundo y disfrutar unos minutos de soledad”, indica María Eugenia Salas, gerente de investigación y desarrollo de nuevos productos de Helvex.
Aunque es más común que las mujeres hagan un ritual de belleza que contempla actividades como aplicación de mascarillas en cuerpo, cara y cabello, depilación, tratamientos, peinado, maquillaje, y una larga lista de etcétera; los hombres también pueden realizar algunas sencillas acciones que les ayuden a convertir su experiencia en el baño en un momento más placentero:
Ordenar el espacio y kit de rasurado: El 62% de los hombres se arregla el vello facial una vez a la semana, el 6% lo hace con frecuencia diaria y alrededor del 29% lo hace una vez al mes.[2] Para mejorar esta experiencia se recomienda tener en un solo sitio las herramientas y productos para dicho fin y designar un lugar específico en donde se puedan desplegar los instrumentales al momento de ser utilizados; esto aumentará la practicidad, evitará que estén de un lado a otro para tomar diferentes productos y ahorrará valiosos minutos. Como plus, se recomienda musicalizar el momento con tracks que promuevan el buen humor.
Designar un lugar específico para toallas o batas: Contar con accesorios de baño que permitan colgar dichos artículos brindará mayor organización al espacio, lo cual ayuda a aumentar la percepción de amplitud sin importar el tamaño del cuarto. Colgar la toalla de cuerpo cerca de la regadera y la de cara y manos aledaña al lavabo, evitará escurrimientos y por ende gasto de tiempo en el secado del piso.
Adquirir aromatizantes automáticos: El sentido del olfato puede ser un gran aliado para disfrutar más el tiempo de soledad en el sanitario; se recomienda comprar algún artículo que inunde el baño con ricos aromas de forma automática, ya sea con sprays que desprenden líquido cada cierto tiempo o con inciensos que se impregnan de aceites y pueden durar varias semanas.
Adaptar la decoración del espacio: Sin importar si se vive sólo o en pareja es importante adquirir productos como W.C. o regaderas que creen un espacio visualmente atractivo. Para lograrlo se puede solicitar la opinión de un interiorista o bien buscar inspiración en revistas o páginas web de diseño para que el estilo del baño se alinee con el del resto del hogar.
Contar con un espejo e iluminación adecuadas: Ya sea para rasurarse, contemplarse, practicar poses o hasta la forma de presentar algo en el trabajo, contar con un espejo de tamaño medio a grande, bien iluminado beneficiará la vista y hará más agradables los momentos de desconexión del mundo.
“Los seres humanos pasamos una gran parte de nuestra vida en el cuarto de baño por lo cual uno de nuestros objetivos es crear productos que ayuden a mejorar esa experiencia basados en diseños vanguardistas y estéticos que crean armonía visual, que son altamente funcionales y con tecnologías de ahorro de agua que reducen el gasto y benefician así al medio ambiente y economía personal”, concluyó María Eugenia Salas.