En el Senado de República, en donde este lunes 19 de agosto habrá elección de Mesa Directiva, se aplicará sin duda el principio que rige a la actual administración: Año de la Paridad de Género, y llegará como presidenta, dicen los que saben, la senadora tabasqueña, Mónica Fernández Balboa.
Y es que según ha trascendido, la mayoría en la Cámara alta, que encabeza el grupo parlamentario del Movimiento de Regeneración Nacional, Morena, ve con beneplácito que la próxima presidenta de la Mesa Directiva sea UNA MUJER, y en este caso, va por delante Fernández Balboa.
La senadora es actualmente vicepresidenta de ese órgano legislativo, y Martí Batres, actual presidente, la habría incluido en “la boleta de reelección”, en el agandalle, pues. Pero ella declinó esa invitación y prefirió levantar la mano y solicitar ante su coordinador, Ricardo Monreal, ser ella quien encabece la Mesa Directiva.
La aspiración de Mónica Fernández Balboa de ser presidenta en el segundo año de la actual legislatura, que inicia el 1 de septiembre, es absolutamente legítima, y como representante del sexo femenino, hará patente el papel que juega la mujer es estos tiempos en todas las actividades del quehacer público.
Pero además, como que ya es tiempo de terminar con aquellas prácticas de cuotas de poder a las tribus, a las camarillas, a los grupúsculos que importan sus ideas de aquél viejo y aniquilado PRD, que pronto pasará al olvido, como algunos otros partidos.
