La Secretaría de la Comisión de Economía, Comercio y Competitividad de la Cámara de Diputados recordó que desde que el Presidente Andrés Manuel López Obrador anunció esa construcción en la Base Aérea ubicada en el municipio de Zumpango, Estado de México, diversas organizaciones y especialistas la calificaron como “mala idea”.
Con el transcurso del tiempo –afirmó la parlamentaria perredista- se demuestra cada vez más que es un proyecto inviable y un capricho del Presidente.
Enlistó entre las razones para considerar esta obra como una mala decisión el que implica talar 5 mil 196 árboles de 26 especies diferentes, de acuerdo con la manifestación de impacto ambiental realizada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Además de esta afectación ambiental, está el hecho de que la terminal en ese lugar sería problemática para la aeronavegación, por lo que si llegase a operar provocaría demoras y otros contratiempos operativos.
Así lo han manifestado organizaciones de expertos, como el Centro para el Desarrollo de Sistemas Avanzados de Aviación de la Corporación MITRE, organización sin fines de lucro de Estados Unidos.
Según el informe que dio esta organización al Presidente, el aeropuerto en Santa Lucia es simplemente inviable y su construcción únicamente generaría afectaciones en el espacio aéreo.
La idea de que el aeropuerto en Santa Lucia no es factible es compartida por otras organizaciones como el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés), las que además advierten que su construcción provocará una desventaja competitiva a México.
De hecho, esta desventaja competitiva de la que hablan los especialistas ya se empieza a observar y está afectado a la economía del país.
“De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el PIB del sector turístico presentó una contracción en el primer trimestre del año, lo que no pasaba desde 2011. En este sentido es lamentable que el secretario de Turismo, Miguel Torruco Marqués, en lugar de aceptar que esto es consecuencia de las malas ideas que se han tomado por parte del gobierno, lo atribuya a las acciones ciudadanas en contra de la construcción del aeropuerto”, expresó Reyes Montiel.
Insistió: el Presidente tiene ahora la oportunidad de corregir el camino y pensar en nuevas opciones para atender la necesidad real que tiene el país de contar con un nuevo aeropuerto.
“Esperemos que el titular del Ejecutivo Federal sea capaz de mostrarse a la altura de las circunstancias y tenga la humildad -algo poco común en él- de aceptar que su propuesta es una mala idea y, sobre todo, no se empecine en continuar con la obra sin medir las consecuencias”.