En promedio 51 mujeres son agredidas sexualmente por día en México, revelaron cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Una cifra que hace poco se comenzó a visibilizar en la sociedad mexicana y que ahora causa pánico entre propios y extraños.
Y es que ahora, con las “benditas redes sociales” se han difundido decenas de casos en los evidencian casos de mujeres violadas por el taxista, por el conductor de Uber, de DiDi, por su vecino, por su papá y por desgracia un largo etcétera.
Lo que ha provocado que todos prendan las alertas y tomen medidas extraordinarias. Pero, ¿Estos agresores tendrán alguna característica psicológica que los delate?
Aquí te decimos:
Atención, es importante recalcar que no hay un prototipo único de violador y las siguientes características pueden ser comunes y pueden tenerlas cualquier persona.
Si te sientes en peligro pide ayuda al 911.
Es el poder, no el sexo
De acuerdo con especialistas una de las características más comunes de la mayor parte de los violadores es que el objetivo real de su acción no es obtener gratificación sexual, sino de poder.
En su mayoría, estas personas buscan ejercer dominación de hacer que otras personas hagan algo en contra de su voluntad y obedeciendo al interés del agresor.
Dicho de otro modo, en una violación lo que se busca no es únicamente sexo, sino que también y especialmente lo que se busca es el ejercicio del poder.
Buscan víctimas “débiles”
Si bien no se trata de una regla de oro, por lo general este tipo de agresores buscan víctimas que consideran físicamente más débiles que ellos o de las que conocen puntos débiles a aprovechar.
La elección de víctima está vinculada a la posibilidad de ejercer el poder o bien sobre alguien a quien creen que pueden someter o bien sobre alguien que consideran por encima y a quien quieren ver humillado/a.
Piensan que están en su derecho de violar
En gran número de casos, los criminales consideran que tenían el derecho de forzar a la víctima.
Así, las agresiones sexuales son más frecuentes en personas y regiones en las que aún persiste una cierta consideración de superioridad del hombre ante la mujer.
Culpan a la víctima
Gran parte de los agresores sexuales suelen indicar que la culpa de la situación es de la víctima. Frases como “iba provocando”, “en el fondo quería” y muchas variantes de ellas son frecuentes en agresores sexuales.
Poco empáticos
Se produzca la agresión sexual por el motivo que sea, en general los violadores tienen una capacidad de empatía muy limitada o inexistente.
Así, el agresor sexual no puede, no le importa o elige no pensar en qué supone la violación para la víctima, o bien que llega a considerar que la satisfacción de su deseo de poder y sexo merece el sufrimiento de la víctima.