Ciudad de México.- Para lograr una calidad satisfactoria del aire en la zona metropolitana del Valle de México (ZMVM) es necesario reducir las emisiones contaminantes provenientes de los vehículos; al menos uno de cada 10 autos que circula debe ser híbrido, afirmaron expertos de la UNAM.
Manuel Suárez Lastra, director del Instituto de Geografía (IGg), indicó que en la CdMx circulan a diario aproximadamente dos millones de coches emplacados y una cifra similar en el área conurbada. Entonces, “al menos 400 mil automóviles híbridos tendrían que sustituir a los de combustión interna para empezar a ver algún efecto positivo en la calidad del aire”.
En tanto, David Bonilla, académico del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc), expuso que los autos son responsables de la mitad del monóxido de carbono que se emite al ambiente, del 37 por ciento del óxido de nitrógeno y del 12 por ciento de partículas PM10 suspendidas. En las últimas tres décadas el principal problema ambiental han sido los autos; en este lapso el parque vehicular creció a un ritmo de 4.2 por ciento anual, más rápido que el PIB.
Para contrarrestar la situación, en junio pasado el gobierno capitalino presentó el Plan de Reducción de Emisiones del Sector Movilidad en la Ciudad de México, una iniciativa positiva, pero su éxito dependerá de la eficacia de su implementación, coincidieron los universitarios.
Uno de los factores en contra son los bajos índices en la compra de autos híbridos y eléctricos: según la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), en abril de 2019 la venta en el país fue de mil 250 unidades (25 eléctricos, 58 híbridos conectables y mil 167 híbridos); de éstos, 33.5 por ciento fue adquirido en la Ciudad de México, cifra 9.6 por ciento menor a la de abril de 2018.
Además, de acuerdo con publicaciones especializadas en autos, el seguro para híbridos y eléctricos es más costoso (de mil a cuatro mil pesos en promedio) y podría incrementarse hasta 17 por ciento en comparación con una póliza convencional.
Transporte sustentable, una posibilidad real
Es posible transitar hacia un transporte sustentable con el uso de híbridos o eléctricos, aunque es un proceso que requiere más tiempo del planteado por el gobierno capitalino, dijo Suárez Lastra.
Cualquier medida encaminada a mejorar la movilidad y a reducir las emisiones contaminantes tendrá un impacto positivo. Las disposiciones del gobierno capitalino, que entrarán en vigor en enero de 2020, son una estrategia bien pensada y van en la dirección correcta, sostuvo.
Una norma que podría funcionar son los cobros por congestión (peajes urbanos); ya es usada por otras naciones para incentivar el uso racional del auto y reducir el tráfico vehicular: no se puede entrar a ciertas partes de la ciudad en horarios de mayor congestión, a menos que se decida pagar.
Con respecto a incrementar los viajes en bicicleta en tres por ciento, apuntó que se trata de un porcentaje mínimo y “ya casi lo alcanzamos, quizá se deba aspirar al cinco por ciento en los próximos cinco años”.
Suárez Lastra recordó que a partir de la estrategia del uso de bicis en esta metrópoli, en 2007, estos viajes se triplicaron: de 100 mil a cerca 300 mil. “Es un impacto favorable, hoy la bici es de uso cotidiano. En la UNAM iniciaremos un estudio de movilidad relacionado con las vías por donde circulan las bicicletas y su percepción, para determinar qué tipo de ciclorutas funcionan mejor”.
Son una alternativa de transporte viable, cada vez son más las personas que las utilizan como medio de traslado principal y no como una recreación, por lo que mientras más infraestructura haya, su uso se incrementará.
“La idea es contar con estacionamientos masivos y semimasivos para bicis, cercanos a las estaciones del Sistema de Transporte Colectivo Metro, para continuar con los traslados a través del Programa Ecobici, red de bicicletas compartidas”.
Incertidumbre económica desincentiva compra de híbridos
David Bonilla señaló que la incertidumbre económica y pérdida de empleos han originado una desaceleración en la venta de automóviles y tráileres, y quienes adquieren uno prefieren los que utilizan tecnología más anticuada antes que los híbridos o eléctricos, por ser más económicos. Entonces, “el reemplazo por alternativas que no usen combustibles tradicionales no se da a la velocidad esperada”.
Para llegar a la ‘movilidad verde’, los costos de los autos ecológicos deben disminuir, remarcó. Otro factor en contra es que aún no hay suficiente infraestructura para recargarlos.
Bonilla subrayó que el gobierno capitalino debe invertir en este rubro para impulsar la infraestructura e incentivar la compra de eléctricos.
“Otro problema que restringe su adquisición es la velocidad a la que se desplazan en la ciudad: entre 20 y 30 kilómetros por hora, lo que propicia que la pila se descargue más rápido”.
El universitario añadió que el parque vehicular crece a un ritmo de 4.2 por ciento anual, con uso particular y público (taxis) y un mínimo de pasajeros; esto abona a la contaminación del aire y resta mercado al transporte público.
Finalmente, el economista recalcó que el Plan de Reducción de Emisiones del Sector Movilidad en la Ciudad de México es una buena propuesta, aunque insuficiente porque el problema principal es la poca inversión en infraestructura para incrementar y mejorar el transporte público, masivo y electrificado.