Minería sólo utiliza la minería 0.7% del agua consumida en el país

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La industria minera consume sólo 0.7 por ciento del agua que se usa en el territorio nacional, mientras que la agricultura ocupa 77 por ciento, el abastecimiento público, 14 por ciento y 5 por ciento las termoeléctricas.

Por ello, el sector minero rechaza las acusaciones de grupos que lo señalan de emplear mayores volúmenes de un recurso vital para los mexicanos.

En el documento Mitos y Realidades de la Minería, de la Cámara Minera de México (CAMIMEX), se señala que las actividades de la industria minera no ponen en riesgo el abasto de agua para el consumo humano, ya que las cantidades utilizadas son mucho menores a las que utilizan otros sectores.

Asimismo, en la investigación los empresarios mineros, manifestaron que saben de la importancia del agua para el desarrollo de las actividades en los diferentes ramos productivos.

Por separado, analistas del sector minero indican que, por ello, resultan injustificados los señalamientos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), en el sentido de que esa industria consume volúmenes elevados de agua.

El documento indica que toda la industria autoabastecida, entre las que se encuentran los sectores químico, azucarero, petrolero, papelero y de celulosa, entre otros, consume 4 por ciento el agua del país, situación que es avalada por la Comisión Nacional del Agua.

Destaca el documento de la CAMIMEX que para obtener una onza de plata se requieren 115 litros de agua, mientras que para elaborar una camiseta de algodón se necesitan 2 mil 700 litros de ese líquido.

El sector minero se preocupa por el cuidado del agua y siempre están buscando métodos para maximizar su utilización en las labores diarias. Es un hábito para la industria minera modernizarse constantemente en su cuidado, maximizando su uso al utilizarla en circuitos cerrados, sin descargas.

Es tal la concientización de la importancia del agua, que hay operaciones mineras que funcionan al 100 por ciento con agua procesada y se van incorporando de manera paulatina plantas de tratamiento de aguas residuales, que utilizan aguas negras, con lo cual se cumple un doble propósito: no consumir agua de primer uso y contribuir a su saneamiento.

Con el ahorro en agua para consumo humano, en las labores mineras, se logró prestar el servicio de agua potable a las comunidades circundantes, además de la colaboración para construir infraestructura y conservar el medio ambiente.

En las zonas agrícolas, ubicadas alrededor de las regiones mineras, se llevan a cabo programas de capacitación a campesinos, para que aprovechen de manera más eficiente sus tierras de cultivo, utilicen semilla mejorada y, sobre todo, que implementen un sistema de riego de microaspersión y goteo.

El medio ambiente es valorado por la industria minera, la cual se preocupa de que se conserve en cada una de las etapas de vida de las minas.

Las condiciones ambientales que predominaban antes y después de la vida útil de las minas son iguales, se regeneran las condiciones para que la vida prosiga igual que antes de que existiera la mina en la región. La minería no es una actividad invasiva, ni vuelve inútil la tierra.