70% del financiamiento para el tren Maya será del erario público: FONATUR

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CIUDAD DE MÉXICO.- Inicialmente se planteó que el Tren Maya sería financiado en su mayoría por la iniciativa privada, sin embargo, ahora la mayor cantidad de recursos provendrán del sector público y se evalúan otros esquemas.

En la propuesta inicial, el Gobierno tendría una participación del 10% en el financiamiento del proyecto ferroviario de unos 1,500 kilómetros, pero el esquema se ha invertido y de acuerdo con Rogelio Jiménez Pons, director general del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), la mayor participación del erario en este proyecto de infraestructura busca pagar la menor cantidad de intereses producto del financiamiento privado.

Jiménez destacó que la apuesta es que el Gobierno pueda aportar el 70% y que lo demás se pague con deuda comprometidas con los ingresos.

El costo total del proyecto que pretende terminarse entre 2023-2024 será de 139,100 millones de pesos y ahora se realizará con recursos públicos, ya que el propio Gobierno descartó la opción de hacerlo bajo el esquema de Asociación Público Privada (APP).

Posteriormente el Gobierno federal desechó este plan, porque no quería dejar una deuda al País con el financiamiento obtenido para este proyecto de aproximadamente 1,474 kilómetros, manifestaron.

“Lo que el Presidente (Andrés Manuel López Obrador) no quería era dejar una deuda a largo plazo, por eso se descartó (la APP)”, aseveró.

La ampliación presupuestal será realizada por Hacienda en las próximas semanas, dijo Fonatur.

El organismo no detalló de donde provendrán los recursos para este nuevo plan y se limitó a señalar que se derivarán ahorros previstos por la Administración Federal.

Esta ampliación presupuestal, como otras que se hacen a lo largo del año, no se discuten en el Congreso, lo cual es criticado por especialistas.

Este año el Gobierno federal asignará 32,800 millones de pesos de recursos públicos para el Tren Maya y no 2,500 millones de pesos como estaba previsto inicialmente.

Esta cantidad será asignada para la licitación de los cinco tramos del Tren, los cuales van de Palenque, Chiapas a Tulum, Quintana Roo. Incluirá proyectos ejecutivos, suministro de materiales, construcción de plataforma y vía.

El Tren Maya pasará por los estados de Yucatán, Quintana Roo, Chiapas, Campeche y Tabasco con un total de 18 estaciones.

Las tarifas que utilizarán en el nuevo transporte de pasajeros será calculada por kilómetro recorrido, pero tendrá un costo preferencial para las personas locales.

Para los nacionales o extranjeros se cobrará también conforme a la distancia y su recorrido de interés.

En junio pasado, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) informó que la ruta del Tren Maya tendrá una modificación entre las estaciones Valladolid y Cancún, que representa una reducción de 55 kilómetros y un ahorro de 5,500 millones de pesos.

Fonatur informó que por un tema de costo-beneficio, el trazo cambió de la estación Valladolid hacia Tulum, pasando por la zona de Cobá, situación que no representa una modificación radical a la ruta original.

Ya en la estación Tulum se contará con una doble vía para que el Tren Maya pueda subir y bajar entre las estaciones de Cancún, Playa del Carmen y Puerto Morelos para incorporarse a la ruta contemplada por toda la Riviera Maya.

Rogelio Jiménez Pons, director general del organismo, afirmó que además del ahorro de 5,500 millones de pesos, el principal objetivo del cambio de trazo es impactar positivamente la zona de Cobá, ubicada en Quintana Roo, que facilitará el acceso a vestigios arqueológicos, contemplando el desarrollo urbano e inmobiliario que se está planteado en el resto de las estaciones.

“No quiere decir que el tren no vaya a Cancún, deja de ser un circuito redondo y toma una perpendicular de Tulum, de donde correrá al norte de Quintana Roo a Playa del Carmen, Puerto Morelos y Cancún, y hacia el sur sigue como estaba: Felipe Carrillo, Puerto Bacalar y luego Escárcega y Calakmul”, dijo.

Cabe mencionar que el cambio de trazo no modificará los tiempos planeados para la elaboración de los estudios de ingeniería básica y posteriormente, los de impacto ambiental, cuya licitación deberá estar lista a finales de este mismo año.