Programa emergente para enfrentar caída del PIB

0
227

CIUDAD DE MÉXICO.- El Movimiento el Campo es de Todos, le demandó al Presidente Andrés Manuel López Obrador, instrumentar un programa emergente de protección a la pequeña y mediana agricultura mexicana, principalmente de granos básicos. “Es necesario promover políticas públicas que den certidumbre e incentiven a un sector estratégico, quien es el que produce el alimento para la población mexicana pero poco valorado durante todos los gobiernos, incluso el actual.

Esto con la finalidad de resistir los embates económicos con previsión de reducción de crecimiento del PIB de 0.5% a -2% en este año, depreciación del peso que al día de ayer llegó a más 23 pesos por dólar, baja en precio del petróleo, aumento en insumos agrícolas, así como por los efectos del cambio climático el cual propiciará severas sequías en áreas de cultivo y reducción de producción además de bajos precios de comercialización.

En representación del movimiento, integrado por 10 organizaciones de pequeños y medianos agricultores, Isidro Pedraza Chávez, presidente de la Unidad de la Fuerza Indígena y Campesina, hizo hincapié que las políticas públicas para alcanzar la autosuficiencia alimentaria en granos no tendrán impacto en la producción para el 2020, pues los programas no están ligados al fomento de la productividad.

Informó que en un primer análisis que realizó el Movimiento el Campo es de Todos, antes de la presencia del COVID-19, la estimación de producción de los tres principales granos básicos para la población mexicana son: maíz reducirá su volumen de producción en 3%; trigo bajará su producción en 9%; y frijol tendrá una reducción en su volumen de producción en 22%.

La depreciación del peso afecta ahora que inicia el primer ciclo de producción porque se encarece de insumos (fertilizantes, maquinaria, etc.) e importamos la mayoría de los fertilizantes y es mayor el número de agricultores que requieren este tipo de insumos que no están dentro del programa de Sader.

En mensaje a medios, Isidro Pedraza Chávez, precisó que en el año agrícola 2020 se estima que el área sembrada y cosechada de maíz sea de 6.6 millones de hectáreas y se obtenga un volumen de producción de 26.4 millones de toneladas.

Estas cifras de producción y superficie de siembra muestran una baja de 0.5% con respecto al año 2019. Además, una reducción del volumen de producción del 3%, debido a menores rendimientos propiciados por siembras fuera de tiempo en el ciclo Otoño/Invierno.

Por obvias razones, aseguró el vocero del Movimiento el Campo es de Todos, estimamos que las importaciones de maíz para el sector industrial y pecuario crecerán 12% con relación de 2019 para alcanzar un poco más de 18 millones de toneladas de compras al exterior, principalmente de Estados Unidos.

Con respecto al trigo, dijo el dirigente de UFIC, el pronóstico de producción observa una tendencia a la baja ya que se espera cosechar una superficie de 580 mil hectáreas de las cuales se obtendría una producción de 3 millones de toneladas.

Por ello, esperaríamos que para el 2020 crezca la importación en 7% respecto a un año antes para llegar a un total de 5.4 millones de toneladas.

Para el sorgo se espera que la superficie cosechada de sorgo tenga una disminución del 1% respecto al 2019 para alcanzar 1.3 millones de hectáreas. El rendimiento promedio será de 3.5 toneladas por hectárea que se traducirá en una mayor cosecha para alcanzar 4.5 millones de toneladas.

Sin embargo, las importaciones para complementar la demanda del sector industrial y pecuario serían de 510 mil toneladas, una disminución del 29%.

La producción de frijol registrará una pronunciada caída del 22% pues se espera una producción de 840 mil toneladas, ya que se reducirá la superficie cosechada en -10% y se tendrán menores rendimientos del 13%. Por tanto, las compras al exterior de este alimento aumentarán de 120 mil toneladas a 160 mil toneladas.

Es por ello, que el dirigente de UFIC y representante del Movimiento el Campo es de Todos, Isidro Pedraza Chávez, consideró que las nuevas políticas públicas no están ligados al fomento de la productividad de ahí que se requiera una revisión y adecuarlas a la realidad que se vive en la agricultura nacional.

Con respecto al cambio climático en agro, señaló que para este año esperamos temperaturas por arriba del promedio, lo que puede perjudicar algunas siembras y algunas especies.

Los cultivos y los ecosistemas no sólo se ven afectados por la sequía o la precipitación sino también por los cambios de temperatura, humedad y la cantidad de días con radiación solar. Ya estamos en una nueva condición climática en la que las temperaturas son más altas de lo que eran antes y no se espera que bajen.