La canciller de Australia, Marise Payne, señaló que presionará para que un organismo independiente, fuera de la Organización Mundial de la Salud (OMS), inicie una investigación global sobre la propagación del coronavirus.
La demanda de la investigación se presenta luego de las crecientes críticas al organismo de salud de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que retrasó la declaración de la pandemia COVID-19 y es acusada por Estados Unidos de ceder a la influencia política y financiera de China.
Payne explicó que Australia comparte “algunas de las preocupaciones que Estados Unidos identificó en relación con la OMS” y afirmó que se hace imperiosa una investigación independiente para “llegar al fondo” de COVID-19, destacó Infobae.
La canciller dijo que la clave para avanzar en el contexto de estos temas es la transparencia desde China. Transparencia de todos los países clave en todo el mundo que serán parte de cualquier revisión que se lleve a cabo, insistió.
Una investigación independiente debe identificar la génesis del virus, los enfoques para enfrentarlo, y cómo se compartió la información. Además debe examinar la interacción con la OMS y las medidas adoptadas con los dirigentes internacionales.
Australia lleva a cabo una serie de medidas contra la pandemia que incluyen el limitar las reuniones a un máximo de dos personas, el confinamiento en los hogares a menos de que se necesite ir de compras, atender citas médicas o hacer ejercicio.
Asimismo ha suspendido las actividades no esenciales, al tiempo que ha cerrado las fronteras a extranjeros e impuesto cuarentenas a los residentes y ciudadanos que vienen del exterior por 14 días.
La estrategia implementada desde marzo, que va acompañada de paquetes de estímulo y subsidios salariales, ha resultado en una disminución del incremento de casos diarios a menos de 50 en los últimos días.
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