En plena fase 3 de la crisis del Covid-19, el impacto del coronavirus ha mostrado al mundo las deficiencias del actual sistema de salud en México, y la lucha estoica que realizan médicos y enfermeras para enfrentar la pandemia más brutal sin equipamiento ni medicamentos.
Pese al discurso gubernamental de que todas las unidades de salud cuentan con lo mejor que se requiere para atender a los afectados por Covid-19, esta imagen es desmentida por la cruel realidad que vive los trabajadores de la salud de la Hospital General de zona 30 Iztacalco.
No son pocos los profesionales de la salud que han dado la alarma desde aquel 28 de febrero que empezó esta pandemia. El miedo al contagio ha hecho que médicos y enfermeras se rehúsen a atender a infectados con el coronavirus.
Juan Carlos cuenta que el Hospital General de zona 30 Iztacalco se abrieron 3 pisos dedicados a atender a infectados. Dos de esos pisos albergan a 30 pacientes cada uno, y en el tercero están revueltos niños y enfermos de COVID-19 sin protección al contagio.
“Eran las 10 de la mañana cuando vimos a un enfermo en el primer piso, y por medio de unas radiografías, encontramos que estaba infectado por el coronavirus. Y no hay médicos, ni quien nos diga que debemos hacer…
“Carla, una enfermera, nos informó el 6 de mayo que ella fue la primer en llegar y que en los pisos 3 y 4 encontró 4 cadáveres, mientras que en el piso 2 había otro más; ningún médico ni jefe de piso estaba notificado de esos cuerpos. Y el fin de semana pasado se nos murieron tan sólo 8 personas.”
El personal del hospital ha informado en repetidas ocasiones que son sólo dos médicos por turno, y que el turno en que se atienden más afectados es el nocturno.
“Carla, nos platicó que el primer piso es mixto, donde hay pacientes de medicina interna con los de cirugía no covid…. Aunque ayer intubaron una paciente de 28 postopera de apéndice y al hacerle tomografía de tórax por qué tuvo dificultad respiratoria salió con covid. Así que están mezclados, como otro paciente en ese piso que es de insuficiencia renal, y empezó con fiebre se le hizo radiografías y Tac y es covid”
2 pisos. 16 camas son covid y las otras 16 pediatría.
3 piso covid 30 camas
4 piso covid 30 camas
“En el hospital hay 2 elevadores uno funciona y otro no. Entonces los pacientes covid y no covid, así como el personal y los pacientes de pediatría usan el mismo elevador. No hay áreas en el segundo piso, no cuarto piso donde ponerse el equipo de protección limpio y dónde retirárselo por qué es el mismo lugar”.
“Los médicos y enfermeras trabajamos pese a todo unidos y los de intendencia el camillero se hacen uno. Además por las mañanas un cardiólogo, un psiquiatra y una dermatologa nos auxilian para hacer frente al coronavirus”.
Impotencia y Enojo
Los médicos y personal de salud aseguran que la mala atención ha puesto en riesgo la su salud lo cual ha hecho que se vayan a casa, o que se encuentren hospitalizados.
Algunos residentes y médicos que han sido diagnosticados como infectados relatan que a diario ven 30 casos de COVID-19, y que si bien les va, cuentan con equipo de protección comprado por ellos mismos sin ayuda de la institución.
Los médicos revelan que la orden superior, es dejar morir a la gente, porque no hay áreas seguras donde poner los equipos de protección, no dan googles, se intuban con tela de batas y los cubre bocas N95 ficticios se rompen.
¿Y los demás médicos dónde están?
Desde inicios de la pandemia se dijo que se formarían grupos de trabajo para poder atender la emergencia sanitaria. Y hoy 8 de mayo no hay médicos en cada uno de los pisos.
Los demás médicos se encuentran desde temprano en su consultorio tomado café y esperando su hora de salida; a la cual nunca fallan.
Y hoy a los médicos residentes que se les había retirado se les volvió solicitar su reingreso para poder integrar equipos de trabajo para poderles liberar la carta de liberación; lo cual es absolutamente absurdo.
Lo cierto de todo esto, es que, pese a los números, los contagios y las muertes siguen en aumento; pues todos días los números cambian y la realidad es muy diferente en cada estado. Y lo único cierto es todo es que todos tenemos derecho a vivir.
AVV