Tras la revelación de un aumento de 158 por ciento en el gasto de asesores en el Congreso capitalino, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, sostuvo que será responsabilidad de los propios legisladores explicar el incremento.
“El Congreso tuvo una reducción del presupuesto de 600 millones entre 2018 y 2019 en un esfuerzo de austeridad, ya los detalles de cómo han destinado los recursos, pues ya les corresponde a ellos explicarlo”, dijo.
Por su parte, la senadora del PAN, Alejandra Reynoso, aseguró que es ilógico que en el Congreso de la CDMX, dominado por Morena, cuya bandera es la austeridad, creciera 158% el gasto de asesores.
“Es una incongruencia, no pueden acusar otra cosa, Morena es mayoría (…) podría predicar con el ejemplo”, acusó.
Entre los poderes públicos del país, pocos órganos son tan opacos como las legislaturas locales, expuso Héctor Villarreal, Investigador en la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey.
El también director fundador del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, A.C, consideró que, si a nivel federal se habla de austeridad, donde la “astringencia” es tremenda, no se valen excesos tan grandes en lugares como el Congreso de la CDMX.
“Cuando un partido tiene un control mayoritario de todos los órganos internos, se dan estas cosas. No es algo nuevo. Por ejemplo, la legislatura anterior tuvo el escándalo de bonos exorbitantes”, recordó.
Para Villarreal es irónico que la gente piense más en el Congreso de la Unión o la Cámara de Diputados, cuando las percepciones de un legislador federal estén sustancialmente debajo de las recibidas en los órganos legislativos locales.
“El problema con el número de asesores es que muchas veces no hay sustento para el número de puestos. Cuando no hay sustento técnico para tantos asesores y saber qué están haciendo se presta para todo tipo de cosas y que sin querer terminan siendo muy sospechosas.
“Nóminas infladas, corrupción, problemas sobre financiamiento de equipos políticos, pues son las mismo personas que tenían en campaña. Y ahí pasan cosas como que la gestión de un distrito es financiada por el congreso local”, agregó.
Las auditorias en los estados, lamentó, tienen poco qué decir.
“Tienen una enorme capacidad de chantaje sobre la Secretaría de Finanzas porque dicen: a ver cómo te va en la aprobación del presupuesto”.