ADULTOS MAYORES PARTICIPAN CADA VEZ MÁS EN REDES SOCIALES DIGITALES

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Con más de 60 años en la docencia, Margo Glantz Shapiro inició su actividad en las redes sociales a los 81 años de edad. Ha escrito más de 70 mil tuits a partir de marzo de 2011
Con más de 60 años en la docencia, Margo Glantz Shapiro inició su actividad en las redes sociales a los 81 años de edad. Ha escrito más de 70 mil tuits a partir de marzo de 2011

Ella es una de las casi 300 mil personas que cuentan entre 90 y 94 años de edad, también es profesora Emérita por la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la UNAM, fue candidata al Premio Príncipe de Asturias, y tiene 10 años de experiencia en Twitter y Facebook, redes en las cuales suma más de 60 mil seguidores.

 

A sus 91 años de edad, es ejecutante de las redes sociales digitales. En la primera, cuenta con 57 mil 569 seguidores, y en la segunda tiene 2 mil 895.

 

Con más de 60 años en la docencia, Margo Glantz Shapiro inició su actividad en las redes sociales a los 81 años de edad. Ha escrito más de 70 mil tuits a partir de marzo de 2011; es decir, promedia 583 mensuales y alrededor de 19 mensajes diarios.

 

Era una niña, la también escritora universitaria, cuando aparecieron la fotocopiadora, la guitarra eléctrica, los casetes; hoy, “la gente que lleva muchos años de vida como yo, le cuesta trabajo entrar a cierto tipo de medios, que son un nivel más difícil de abordar”.

 

Considera que algunas personas desprecian las redes sociales, porque quizá “piensan que es perder el tiempo o que es frivolidad”.

 

“Encuentro que no se puede soslayar la importancia, la revolución que han causado las redes sociales en nuestro entorno, estar dentro de ellas, en la medida de lo posible, es también contribuir a estar más vigente. El tuit, se volvió una cosa completamente universal”, afirmó.

 

Se mudan a la red

 

De acuerdo a Luis Ángel Hurtado Razo, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), hay una tendencia al alza, y se presenta el incremento de hasta el 20 por ciento en el uso de las tecnologías por parte de las personas de 60 años y más.

 

Por la pandemia tuvieron que resguardarse por ser un sector de alta vulnerabilidad, entonces por necesidad “migraron” para tener comunicación con sus seres queridos, explicó.

 

“Y no solo eso, sino para buscar formas de entretenimiento, además de informarse, solicitar acceso a servicios, comercio electrónico y también, en muchos casos, como autoempleo”, añadió.

 

Esto los acercó de forma considerable a los cibercrímenes, ante su carencia de alfabetización digital, y ante la amenaza de las estafas, por lo cual algunas perdieron sus ahorros, fueron víctimas de extorsión directa, o incluso de que la información digital les cause ansiedad.

 

Todos adentro

 

Para Carlos Welti Chanes, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, la gente de edad avanzada tiene que incorporarse a estas nuevas prácticas de comunicación a distancia. Sin embargo, aunque hubiera la disposición, necesidad e incluso obligación, existe limitación material que no podemos obviar, destacó.

 

“Hay un hecho contundente que nos aportan las cifras del Censo de Población y Vivienda 2020: la mitad de las viviendas en este país no tienen acceso a internet”.

 

Facebook y WhatsApp, sus redes

 

De acuerdo a las cifras del INEGI, en México viven casi 15.5 millones de personas mayores de 60 años de edad, entre ellas poco más de 18 mil de 100 años o más.

 

“La red social que más utilizan los adultos mayores es Facebook, pero es porque se trata de la red más usada en México, y esta tendencia abarca también a las personas de la tercera edad, y la otra por supuesto, es WhatsApp”, mencionó Hurtado Razo.

 

Al respecto, el especialista argumenta: “Una red social no pública, sino de corte privado, que es el caso de WhatsApp, también ha tenido un incremento en el uso por los adultos mayores, porque les ha permitido interactuar con sus seres queridos a través de la mensajería instantánea, videollamadas o mensajes de voz”.

 

El especialista en redes sociodigitales consideró necesario establecer una política pública sobre alfabetización digital. “Lo vimos en el caso de la solicitud digital de las vacunas contra COVID-19, para los adultos mayores esta situación muestra precisamente el momento en el que están hoy frente a la tecnología, aun cuando han dado muestra de que lo pueden hacer bien, con algunos riesgos”.