Alerta de contagio aéreo de COVID provoca incertidumbre

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El contagio del coronavirus que provoca la enfermedad COVID-19 no sólo se transmite por las pequeñas gotas de saliva que salen de la boca de los pacientes infectados y que después de unos segundos caen al suelo, sino que el virus es tan pequeño que puede adherirse a otras partículas que se mueven en el aire y puede ser respirado por las personas,señalan científicos

El distanciamiento social es “insuficiente” ante la posible transmisión aérea del coronavirus. Esta advertencia científica ha provocado más incertidumbre en América, que cuenta con 5 de los 10 países más afectados por la enfermedad y que prosigue con el sube y baja de medidas de reaperturas a actividades económicas sin conseguir doblegar la curva de contagios.

Diferentes estudios “han demostrado más allá de cualquier duda razonable que los virus son liberados durante la espiración, hablando y tosiendo en microgotas lo suficientemente pequeñas como para que se mantengan en el aire y supongan un riesgo de exposición a distancia mayores de los 1 o 2 metros”, señalaron 239 científicos en una carta adelantada el fin de semana a The New York Times y The Washington Post y publicada este lunes en la revista científica Clinical Infectious Diseases.

“El problema es especialmente agudo en interiores o espacios cerrados, particularmente en aquellos con aglomeraciones y ventilación inadecuada relativa al número de ocupantes y por períodos de exposición extensos”, explicaron los expertos, que señalaron específicamente a la OMS por no “reconocer la transmisión aérea” con excepción de en ciertos procedimientos en hospitales.

Se trata de una llamada de atención particularmente importante en América, cuyos países siguen sin encontrar soluciones para enfrentar la doble crisis provocada por el coronavirus: la sanitaria y la económica.

TEXAS Y FLORIDA, AL BORDE DEL COLAPSO

En EE.UU., que encabeza el listado mundial con casi 3 millones de casos y más de 130.000 muertes, la situación en lugar de mejorar parece complicarse día a día, con hospitales de Texas y Florida a punto de quedarse sin camas.

“El tiempo se agota ahora en términos de la capacidad de nuestros hospitales en San Antonio, al igual que en muchas de las otras grandes ciudades de Texas”, dijo a CNN el alcalde de San Antonio, Ron Nirenberg. En total, de las 69.000 camas disponibles en todo ese estado, 55.800 están ocupadas, casi el 81 %.

Mientras tanto, el aumento de casos en Florida ha puesto en jaque a pequeños condados como Clay y St. Lucie, donde solo quedan libres un 4 % de las camas de las unidades de cuidados intensivos (UCI).

Además, en Miami-Dade, epicentro del coronavirus en el estado, el 80 % de las camas de las UCI están ocupadas, lo que llevó al alcalde Carlos Giménez a anunciar que desde este miércoles se cerrarán todos los restaurantes (salvo para comida a domicilio o recoger), así como salones de baile, instalaciones para banquetes y gimnasios.

Estas medidas reflejan de lo que está pasando en EE.UU.. En los últimos 5 días, 14 de los 50 estados del país han registrado récords en el número diario de nuevos contagios, pese a lo que el presidente Donald Trump dijo el domingo que el “el 99 %” de los casos “son inofensivos”, aunque la tasa de mortalidad en EE.UU. es del 4,6 %, según la Universidad Johns Hopkins.

VOLVIENDO A LA “NORMALIDAD” PESE A LAS CIFRAS

Detrás de EE.UU a nivel mundial se ubica Brasil (1,6 millones de contagios y 65.000 fallecidos), que tiene una cuarta parte de todos los contagios y fallecidos del continente, pese a lo cual su ciudad más poblada y afectada, Sao Paulo, reabrió hoy sus bares, restaurantes y salones de belleza.

Un nuevo paso en la desescalada de la ciudad que, con más de 12 millones de habitantes, contabiliza 7.600 muertes y 281.000 casos.

Con un llamado a la “cautela”, el alcalde de Sao Paulo, Bruno Covas, alertó que la COVID-19 “continúa en la ciudad” y pidió evitar escenas como la de la la semana pasada en Río de Janeiro, donde cientos de personas se aglomeraron sin máscaras en las calzadas del acomodado barrio de Leblon en la primera noche de reapertura de bares y restaurantes.

Un mensaje mucho más atemperado que el del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, quien después de vetar hace días el uso obligatorio de mascarillas en comercios, iglesias y escuelas, amplió este lunes esa decisión a las cárceles, que alojan a cerca de 750.000 presos.

En esta ceremonia de la confusión, Bolsonaro anunció este lunes que se someterá a otra prueba de diagnóstico del nuevo coronavirus, la cuarta desde que comenzó la crisis sanitaria, tras haberse realizado una radiografía del pulmón.

UNO DE LOS MÁS AFECTADOS RESPECTO A SU POBLACIÓN

Con casi 40.000 casos y 1.400 muertes Bolivia, este país de 11 millones de habitantes atraviesa su peor momento, con muertos en la calle y enfermos rechazados en hospitales. La nación suramericana ocupa el noveno puesto en el planeta en decesos por cada 100.000 habitantes, con un porcentaje de 12,63, según la Universidad Johns Hopkins.

La situación es especialmente crítica en regiones como Santa Cruz, la más poblada del país y que concentra la mayoría de los casos, y en Cochabamba, donde en la localidad de Tiquipaya un grupo de pobladores llevaron hoy un ataúd vacío hasta las puertas de la Alcaldía para exigir un centro de aislamiento y fosas comunes en el cementerio, que está al borde del colapso.

Y como suele suceder en todo el planeta, la enfermedad no respeta clase social, como sucedió hoy con el anuncio de que el candidato presidencial Chi Hyung Chung dio positivo por coronavirus.

DE MULTAS A FILTROS SANITARIOS

Ese vaivén de medidas para hacer frente a la coyuntura siguió en Ecuador, donde más de 4.000 nuevas sanciones se registraron en una semana por incumplir el toque de queda que rige en el país.

Con las 4.247 personas sancionadas desde el lunes de la semana pasada se llegó a 110.948 amonestados, de acuerdo con las estadísticas acumuladas desde el 17 de marzo pasado, con castigos que van de una multa de 100 dólares en una primera ocasión y de 400 dolares en la segunda, que da paso a la detención del infractor en la tercera oportunidad.

Una vía menos represiva es la que está abordando el Gobierno de la Ciudad de México, que instaló este lunes siete filtros sanitarios para controlar la entrada de personas al centro histórico capitalino, una medida voluntaria que en su estreno generó largas filas.

Por eso, en las últimas horas las autoridades llamaron a que las personas que tuvieran la necesidad de acudir al centro lo hicieran de acuerdo con la primera letra de su apellido: lunes, miércoles y viernes para los apellidos que comiencen de la letra A a la L; martes, jueves y sábados para el resto, mientras que los domingos la zona permanecerá cerrada al comercio.