Ciudad de México.- El Gobierno de México –a través de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader)—, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y el Frente Parlamentario contra el Hambre asumen el compromiso de trabajar conjuntamente para alcanzar el objetivo Hambre Cero, con nutrición y prácticas sustentables, de la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030.
En el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Alimentación 2019, auspiciado por la FAO, México ratificó su responsabilidad con la aplicación de políticas públicas y acciones concretas orientadas a fortalecer la seguridad y soberanía alimentaria, a través del impulso de una agricultura productiva, sostenible e inclusiva.
En la sede de la Secretaría, el coordinador general de Desarrollo Rural de la Sader, Salvador Fernández Rivera, afirmó que la alimentación es un derecho humano, reconocido en más de 30 países, incluyendo México, y que en esta administración representa un desafío reducir los índices de pobreza alimentaria que inciden en 25 millones de habitantes, prácticamente el 20 por ciento de la población total.
Con la representación del secretario Víctor Villalobos Arámbula, Fernández Rivera señaló que el Gobierno de México ha instrumentado programas prioritarios para fortalecer la seguridad y soberanía alimentaria en granos básicos que registran una alta importación: maíz, frijol, trigo panificable y arroz, además de leche.
Apuntó que en el 2018 se tuvieron los siguientes índices de autosuficiencia alimentaria: en maíz, con un consumo de 43.47 millones de toneladas, hubo una producción del 62 por ciento y se importó un 38%; arroz, consumo de 800 mil toneladas, con una producción de 20 por ciento e importación del 80%, y soya, un consumo de 5.5 millones de toneladas, una producción del seis por ciento y compra de 94%.
En el caso de trigo harinero, el consumo fue de siete millones de toneladas, se importó un 38 por ciento; frijol, un consumo de 1.3 millones de toneladas, se compró un nueve por ciento; en carne de cerdo, el consumo es de 2.27 millones de toneladas y se importó el 34 por ciento, y en leche, con un consumo nacional de 16.2 millones de toneladas, se compró el 25 por ciento.
Ante este panorama, subrayó, se instrumentan líneas estratégicas enfocadas a dar capacidades a los pequeños productores e impulsar la productividad en el campo mexicano, a fin de reducir la dependencia y trabajar en la seguridad alimentaria y nutricional, con un trabajo de coordinación interinstitucional.
La representante de la FAO en México, Lina Pohl, explicó que este año el Día Mundial de la Alimentación demanda acciones en distintos sectores para hacer que las dietas saludables y sostenibles sean asequibles y accesibles para todos. Al mismo tiempo reclama que todos empecemos a pensar en lo que comemos, acotó.
“Todas y todos nosotros necesitamos reducir la sal, el azúcar y las grasas trans, y saturadas, y hacer que la alimentación sana y el Hambre Cero sean parte de nuestra vida diaria. Hoy en día una combinación de dietas poco saludables y estilos de vida sedentarios ha disparado las tasas de obesidad. El hambre y la obesidad coexisten”, expresó.
Con el lema de 2019: “Nuestras acciones son nuestro futuro”, Lina Pohl indicó que mucha gente trabaja por este objetivo, con un panorama global que establece que 800 millones de personas padecen hambre, y la suma de la nutrición que en México es un asunto de salud pública que está siendo atendido con un trabajo integral entre gobierno, legisladores y sociedad.
Reconoció las iniciativas del país en la aplicación de la Ley federal para el fomento y protección del maíz nativo –cuidado y conservación del recurso más importante para ser más sustentable— y una economía adaptable al cambio climático, así como la Ley de etiquetado y la promoción de la Canasta Básica, con lo que “vamos a hacer protagonistas a los pequeños productores para cambiar su realidad”.
La FAO será un aliado incondicional para que México sea un referente en estas acciones a favor del Hambre Cero con nutrición, aseveró.
A su vez, la coordinadora del Frente Parlamentario contra el Hambre Capítulo México, diputada federal Dolores Padierna Luna, precisó que en esa encomienda de alcanzar Hambre Cero con nutrición en el Congreso Legislativo se han trabajado cuatro iniciativas: Ley del Maíz, Ley de Etiquetado frontal, Ley de Agricultura y Ley del Derecho a la Alimentación.
Refirió que la legislatura actual es la de la equidad de género, con una visión completa de los diferentes esquemas de atención a los temas sociales, como mejorar las condiciones en que trabajan los productores en campo, el acceso a alimentos nutritivos, disminuir la merma de alimentos post cosecha y la instrumentación de políticas públicas que enfocan acciones para la adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático en la agricultura.
Destacó el papel de las comunidades indígenas para cuidar los recursos naturales y las tareas de transformación del sistema alimentario mexicano para cumplir con los objetivos de la agenda 2030, cero hambre y alimentación sana y nutricional, con prácticas sustentables.
La titular del DIF Nacional, María del Rocío García Pérez, enfatizó las tareas del gobierno federal para impulsar nuevos hábitos de alimentación y fortalecer estrategias para mejorar la alimentación de niñas y niños de zonas de alta marginación, así como el tránsito de desayunos fríos a calientes con productos locales, calculados en seis millones de raciones por día.
Detalló el trabajo para el cambio de hábitos nutricionales, campañas de nutrición y el consumo de productos naturales del país, con la suma de acciones de los gobiernos estatales y municipales.
El gobernador de Hidalgo, Omar Fayad Meneses, explicó cómo se han venido sumando esfuerzos del Gobierno de México y de la FAO. Dijo que en la entidad se atiende el tema con el Programa Alimentario Hidalgo te Nutre, enfocado a 20 municipios con acciones alineadas a la ONU y a la Federación.