Los sistemas Nacional y Estatales para el Desarrollo Integral de la Familia se preparan para reanudar la entrega de desayunos escolares en escuelas públicas del país, en la que se privilegiará el suministro de raciones calientes, con el fin de garantizar una alimentación de calidad y con los requerimientos nutritivos y calóricos necesarios.
En la víspera del regreso a clases para el Ciclo Escolar 2019-2020, que iniciará de manera formal el próximo 26 de agosto, estos organismos trabajan para que la comunidad estudiantil cuente de manera oportuna con los alimentos que, por su contenido calórico y nutricional, se constituye como la comida más completa del día, sobre todo entre las niñas y niños que viven en situación de vulnerabilidad.
La conversión de los desayunos escolares de fríos a calientes forma parte de la estrategia que coordina el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (SNDIF) para implementar una política integral que combata la malnutrición, desnutrición, sobrepeso y obesidad.
Cabe recordar que, como parte de los acuerdos alcanzados durante la Primera Reunión Nacional de Titulares de los Sistemas Estatales DIF, celebrada en junio pasado, representantes de todo el país que participaron en la mesa de análisis y discusión “Alimentación y Desarrollo Comunitario”, refrendaron su compromiso de sacar adelante la conversión de desayunos fríos a calientes.
Asimismo, se pronunciaron por establecer alianzas estratégicas con organizaciones sociales nacionales y extranjeras para obtener los apoyos económicos que les permitan contar con las instalaciones necesarias para la distribución de desayunos calientes en todo el territorio nacional.
Las servidoras y servidores públicos del SNDIF y de los Sistemas Estatales (SEDIF) reconocieron que el cambio de los desayunos fríos a calientes será paulatino y que constituye una prioridad dentro de la Estrategia Integral de Asistencia Social Alimentaria (EIASA) 2020, por lo que es necesario contar con espacios adecuados para lograr la transición.
Actualmente se analizan propuestas para alcanzar el objetivo, entre ellas buscar financiamiento externo que haga posible que las escuelas cuenten con lugares higiénicos, seguros y con capacidad para distribuir los alimentos entre la población escolar.
Paralelamente se impulsa la regionalización de los menús con base a lo previsto en la Estrategia Integral de Asistencia Social Alimentaria y las necesidades específicas de la comunidad estudiantil.
