Las instituciones electorales necesitan de la cooperación entre organismos nacionales e internacionales para hacer un análisis profundo del impacto que tiene actualmente y seguirá teniendo la Inteligencia Artificial (IA) en los procesos electorales, así como las oportunidades y riesgos de su uso en democracia.
Lo anterior fue señalado por la Directora Regional para América Latina y el Caribe IDEA Internacional, Marcela Ríos Tobar, durante el evento virtual: “Red Flag: La inteligencia artificial en el escenario Electoral”, organizado por el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM), que tuvo como objetivo explorar el impacto de la IA en procesos electorales, así como abordar los desafíos éticos y políticos que esta tecnología plantea en el contexto democrático actual.
El encuentro fue moderado por la Presidenta de la Comisión de Vinculación con Organismos Externos, la Consejera Erika Estrada Ruiz, quien consideró que este foro servirá para saber a qué se enfrentan las instituciones encargadas de organizar procesos electorales con el uso de la IA, el tipo de información que se ofrece a la ciudadanía y cómo difundirán sus propuestas las personas candidatas en esta contienda electoral.
La consejera electoral reflexionó sobre las posibles oportunidades o amenazas del uso de la IA, como el ChatGPT y los algoritmos de red neuronal, que nacen como nuevos desafíos tanto para la política, como para la sociedad. Indicó que actualmente existe el dilema de implementar la IA en la difusión de propaganda electoral, debido al riesgo de difundir noticias falsas a gran velocidad, poniendo a prueba a la democracia. Sin embargo, señaló que la IA ofrece áreas de oportunidad para las autoridades electorales al optimizar y automatizar tareas en la organización de los procesos electorales, frente a la proliferación de algunos escenarios de desinformación que podrían presentarse para amplificar contenidos fraudulentos o la creación de campañas con mensajes distorsionados.
La consejera del IECM refirió que en sólo un minuto Google recibe más de 4 millones de peticiones de búsqueda; diariamente Facebook recoge 300 millones de fotos, y la red X acumula 400 millones de tuits al día, en tanto que Amazon cuenta con más de 300 millones de clientes en todo el mundo, de los que registra datos y comportamientos de compra y consumo. Especificó, además, que cada mail, mensaje de WhatsApp, descarga, compra online o cualquier interacción en las redes sociales deja un rastro, un torrente de información sobre cómo actuamos, nos sentimos, nos movemos o reaccionamos ante problemas personales, nuevos productos o ciertas decisiones políticas. Por ello, aseguró, “no es casual que nos llegue información de ciertos perfiles o candidaturas que consultamos con frecuencia”.
Durante su ponencia, la Dra. Marcela Ríos Tobar reflexionó acerca del desafío de analizar la transformación de la política y la forma de hacer campañas electorales, el papel de los medios de información y cómo interactúa la ciudadanía con las y los actores políticos mediante las nuevas tecnologías.
Dijo que la interacción de partidos políticos y las candidaturas con la ciudadanía ha tenido una modificación trascendental a partir del uso de las redes sociales, las cuales influyen en la forma de comunicarse y hacer campañas. Refirió que existe una fuerte discusión política e ideológica en todo el mundo acerca de la regulación de la IA y cuánto se debe dejar fluir como parte de la libertad de expresión.
Mencionó que los riesgos de la IA en los procesos electorales abarcan el tema de la desinformación. No obstante, matizó que la desinformación no es generada necesariamente por la IA, porque también hay partidos, sus campañas, autoridades gubernamentales y medios de comunicación tradicionales desinformando.
Otros riesgos de la IA, mencionó, son los altos niveles de polarización política y en la sociedad, el posible hackeo a los sistemas electorales, en los padrones electorales y los resultados de los comicios, generando desigualdad en la competencia.
Asimismo, indicó que en IDEA Internacional existe preocupación por el impacto de la IA en reproducir y amplificar la desigualdad de género, porque las principales victimas de odio y violencia virtual son las mujeres, en particular las que están en la política, las candidatas, las que ejercen cargos de poder y las que ocupan los espacios públicos, porque son víctimas de campañas de odio, ataques y de violencia de odio virtual, lo que se puede traducir en violencia psicológica y física.
Sin embargo, apuntó que la IA tiene muchas áreas de oportunidad, como mejorar la colaboración institucional para el intercambio de experiencias y se despliega información de manera inmediata y oportuna para la ciudadanía y las juventudes.
Además, dijo que las relaciones sociales se pueden transformar de manera radical a través de la IA, reduciendo los tiempos de espera, mejorando los mecanismos de transparencia y rendición de cuentas, y se pueden generar mecanismos de comunicación e inclusión de grupos de personas históricamente marginados en todo el mundo y en todos los idiomas.
Expuso que la IA ofrece oportunidades en los ciclos electorales, en los registros de personas en el Padrón Electoral, en la educación cívica y la promoción del voto, permite maximizar el flujo de información para las y los votantes a través de mensajes, redes sociales, y mejora los procesos de observación y planificación electoral.
Durante la jornada electoral se pueden identificar lo que sucede en las urnas en tiempo real y todo lo relativo a quejas y denuncias. Además, permiten una gran gama de oportunidades para analizar los resultados electorales.
Finalmente, respondió las preguntas planteadas durante el foro y enfatizó en la necesidad de seguir avanzando en el tema de la regulación de la IA, porque aún queda mucho por hacer.