La Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó hoy la creación de un grupo de trabajo para abonar a los esfuerzos del sistema interamericano con el fin de encontrar una salida negociada a la crisis política en Nicaragua.
La resolución, adoptada durante una sesión del Consejo Permanente de la OEA con el voto a favor de 20 países y cuatro en contra, fue rechazada con anticipación por Nicaragua, que la calificó como una injerencia en sus asuntos internos.
“Nuestro país no recibirá en su territorio a ninguna comisión especial, grupo de trabajo, o como se quiera llamar, que organice este Consejo Permanente sin la voluntad expresa del gobierno de Nicaragua”, anunció aquí el canciller nicaragüense Denis Moncada.
El ministro nicaragüense de Relaciones Exteriores denunció el hecho de que la sesión extraordinaria fue convocada sin la anuencia ni la aceptación de su gobierno, calificando la propuesta presentada por siete países como “inamistosa e injerencista”.
“Se trata de imponer una resolución que no cuenta con la anuencia del gobierno de Nicaragua”, dijo Moncada sobre la iniciativa, adoptada dos semanas después de que aprobó una resolución en la que condenó la represión y la violencia.
El voto precedió al nuevo informe dado a conocer por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre la situación en Nicaragua, colocando ahora la cifra de muertos en 317, incluyendo 23 niños, niñas y adolescentes, así cómo 21 policías.
La embajadora de Argentina, Paula María Bertol, justificó la iniciativa, indicando que para su gobierno, la creación de este grupo será una medida completaría de todas esas acciones que el sistema interamericano lleva a cabo en Nicaragua.
En su oportunidad, el embajador de México, Jorge Lomonaco, llamó al resto de las representaciones a apoyar la propuesta “con mente abierta”, enfatizando que detrás de la misma existe una voluntad de contribuir a encontrar una salida a la crisis nicaragüense “desde nuestra esfera de competencia”.
“Esto no es un acto injerencista. La idea es no limitarnos a repetir estrategias conocidas, ni sentarnos a esperar como espectadores. Tenemos que tomar en cuentas las lecciones aprendidas de casos similares y agotar todas las opciones de nuestra organización”, dijo.
Destacó que la resolución “no hace una sola condena ni juicio de valor”.
El grupo de trabajo estará conformado por un representante de cada uno de los grupos regionales que existe en la OEA y otros Estados miembros “comprometidos con los objetivos de esta resolución”.
Como parte de sus atribuciones, el grupo coadyuvará al proceso de Diálogo Nacional en Nicaragua, actualmente suspendido, incluyendo medidas de apoyo, acompañamiento y verificación, en coordinación con las acciones que lleva a cabo la OEA.
El grupo deberá presentar cada mes un reporte mensual al Consejo Permanente sobre el avance de sus gestiones y progresos, y su vigencia estará determinada por la presidencia del Consejo Permanente a partir del desarrollo de la situación en la nación centroamericana.